𝐌𝐚𝐫𝐤 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐬𝐚

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♫︎𝐀𝐛𝐞♫︎

–Ya deja de preocuparte Abe -me repite Emma aburrida-. Lya puede cuidarse sola

–Es mi hermana. No me importan si puede o no cuidarse sola. Siempre me voy a preocupar -contesto mirando la hora. Emma suelta un pequeño "awww"-. ¿No crees que ya se tardó?

–¡Por amor de Dios! -exclama levantando se del sofá, habíamos estado sentado hablando por un rato-. Estoy harta de esto. Búscame cuando aprendas a soltar

Me levanto y la tomo de la mano justo cuando ella se da la vuelta para irse

–Emma espera, yo...

Antes de poder explicarle a Emma el por qué cuido tanto de Lya escucho su risa afuera de la casa. Y no viene sola. Nooo, tenía que traer a ese amigo

Rápidamente llamo a Víctor, y junto con Emma, Olive, e incluso Enoch salimos a conocer al chico con el que mi hermana salió.

Al abrir la puerta los encontramos abrazados en el porche. es un chico alto, castaño, cabello chino, muy guapo. Y además tiene algo en su rostro que de alguna forma me ayudó a calmarme.

–¡Hola chicos! –exclama Lya feliz. Pero nadie contesta, toda nuestra atención está en el desconocido–. Mark, ellos son Emma, Olive, Vic, Abe –nos presenta–. Y Enoch –mira a su amigo con una sonrisa–. Chicos, el es Mark

–¡Hola! –exclama Olive llendo a presentarse–. ¿Cómo les fue?

Emma también baja con una gran sonrisa

–¿Se divirtieron? –le pregunta mientras estrecha la mano de Mark

–Si, mucho –asiente el–. Que alegría conocerlas. Lya me ha contado mucho de ustedes

–Pues a nosotras también nos alegra conocerte. Ella solo nos dijo tu nombre –comenta Olive en broma

–Buenooo –se mete Lya al ver mi expresión dura–. Marky los mejor será que te vallas –ella me señala con los ojos. Mark me mira "disimuladamente" y asiente entendiendo

–¡Espera! –Victor baja corriendo y estrecha su mano con la de Mark–. Un placer Mark, soy Víctor, su mejor amigo

–¿Osea que ese puesta ya esto ocupado? –pregunta fingiendo sorpresa. Victor asiente–. Ohhh –pone ambas manos en su cara–. Yo quería ese lugar

–¿Una lucha por el? –propone Víctor divertido

–Lo espero al amaneces señor –dijo haciendo voz de adulto. Todos rien. Todos menos Enoch y yo

¿Y el por qué tan serio?

–Entonces, Mark –los chicos se alejan de ellos un poco–. ¿Nos vemos luego?

–Claro –asiente acercándose a ella–. Te enviare cartas contándote todo sobre –antes de terminar Mark la abraza y le susurra algo al odio. Lya se entristece y asiente con una pequeña sonrisa. Antes de que Mark se valla se acerca a ella y le da un beso en la mejilla–. Nos volveremos a ver, señorita

–Por supuesto, caballero –le sigue el juego mi hermana. Mark hace una reverencia, se despide de todos y se va–. ¿No es genial?

–Y gracioso –agrega Víctor abrazándola por los hombros. Después abraza también a Olive, y Lya abraza a Emma haciendo una cadena–. Vamos Abe, quita esa cara

Todo rastro de diversión y felicidad se borró de la cara de mi hermana cuando me miró. Ella trago saliva nerviosa.

Enoch suspiro y se fue sin decir nada

–¿Y que hicieron en la cita? –al ver qué no digo nada los cuatro comienza a acercarse a la puerta. Yo me hago aun lado y los dejo pasar.

Los sigo asta la sala y me siento en un sillón un poco alejado de los demás

–Fue muy divertido –admitio sonrojada–. Mark es muy lindo

–"Mirk is mi lindi" –arremede en voz baja, más, y sin embargo lograron escucharme

–No puedo creer que hagas esto –Lya se levanta enojada del sillón y sube corriendo a su cuarto.

Todos me miran mal

–¿Se puede saber que te pasa, Abe? –me pregunta Olive levantándose

–Nada... –murmure de mala gana

–Si, repitete eso asta que tú también lo creas –Victor también se levanta, toma a Olive de la mano y ambos suben. Dejándome solo con Emma

𝐀𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚

Entro a mi habitación hecha furia. ¿Cómo es posible que haga esto? ¿Es que acaso yo me moleste con el cuando salió con Emma? ¿O cuando me ignoro por ella? ¿Acaso le reclamé? Ni siquiera me ha dado tiempo de decirle que Mark no me gusta. Pero nooo, Abe tiene que sacar sus propias conclusiones.
El tiene que saber siempre todo.

Olivé y Víctor tocaron mi puerta, pero yo me negué a dejarlos pasar. La verdad quiero estar sola, no quiero hablar de eso.

Me acuesto en la cama, y me dejó dominar por el morfeo. Ni siquiera voy a llorar. No merece que llore por el. Mi día había ido tan bien. Y ahora el lo arruinó.

Pero no fuera el por qué nadie puede decirle nada al señor

𝐃𝐢𝐟𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭 «𝓔𝓷𝓸𝓬𝓱 𝓞'𝓒𝓸𝓷𝓷𝓸𝓻»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora