Capitulo 24 ¿Que?

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HALLIE

—Gracias wëy. —Deve murmuró cerrando la puerta de copiloto del carro de Edek el cual sonreía mostrando sus dientes, baje enseguida cerrando la puerta con mi pie mientras peleaba con las correas de mi mochila.

—Que se diviertan. —Dijo, agite mi mano como despedida

—No creo. —Mi querido amigo gruñón escupió caminando por mi lado sin decirme si lo seguía o no, escuché como Edek se iba por la calle mientras corría detrás de Deve, se detuvo frente a una casa muy bonita pitada de color ladrillo y saco unas llaves de sus bolsillos, las metió en la cerradura y abrió la puerta, dude en entrar porque no me había dicho nada desde que salimos de la escuela

—Cierra la puerta, se meterán las moscas y a Leon le disgustan. —Me dice aventado su mochila sobre un sofá, hago lo que me dice

—Leon? —Pregunto, el gruñe

—Mi sobrino. —Responde mientras lee una hoja amarilla que está sobre la barra de la cocina, me quedo de pie junto a la entrada observándolo. Hace una gesto de fastidio. —Tengo que ir por ellos, espera aquí. —Dice rápidamente señalándome la silla que está junto a mi, asentí sin saber qué decir, luego lo veo salir de la casa cerrando la puerta tras su espalda.

Tarda unos minutos en regresar en lo que intento distráeme viendo toda la sala y la cocina, esta todo muy ordenado sin contar unos cuantos juguetes regados por todos los sofás, entonces escucho una vocecita fuera de la puerta.

—Alguien? —Pregunta la voz de una niña

—Si, eso mismo dije. —Responde Deve tajante, ruedo los ojos creí que su mal comportamiento era solo conmigo

—Una novia o algo así? —Vuelve a preguntar, escucho un gruñido por parte de Deve

—No Delanie, abre la puerta, y es solo mi... conocida. —Una linda niña de cabello cafés sujetado en dos coletas abre la puerta y me observa con ojos curiosos pero a la vez emocionada

—Hola. —Digo sonriéndole, emboza una sonrisa aún más grande y da un salto, Deve entra con un bebé en brazos y empuja con su pie un andador que choca contra la silla donde estoy sentada, Deve se encoge de hombros ante eso.

—Hola! —Da un salto. —Eres amiga de mi hermano? —Pregunta la pequeña

—Si

—No

Decimos Deve y yo al mismo tiempo confundiendo a la niña que junta sus pequeñas cejas y camina hasta ponerse enfrente de mi

—Si o no? —Pregunta frunciendo su boquita, sonrío con ternura

—Soy amiga suya, pero es un poco gruñón para admitirlo. —Le cuento en voz baja, pero Deve rueda los ojos dándome a entender que me escucho, intenta poner al bebé en el andador pero el pequeñuelo se niega moviendo sus piernitas de un lado a otro mientras se ríe sin sonido, es aún más encantador de lo que ya es. 

Deve gruñe, la pequeña observa el problema  que tiene y suspira

—Si es muy gruñón. —Dice yendo para ayudarlo, le toma las piernitas al bebé y al fin pueden dejarlo sentado en el andador, mi amigo suelta una palabra que no puedo entender y se pasa el brazo por la frente limpiando el sudor inexistente, me burlo y de él recibo una mirada fulminante, lo dejo pasar

—Del, ve a cambiarte. —Le ordena a la pequeña que asiente dando saltitos al caminar

—Ahora vuelvo amiga de mi hermano. —Me dice agitando la mano, hago lo mismo sonriente, ella y sus coletas desaparecen por un pasillo que supongo da a su habitación

_El de converse blancos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora