El día era caluroso; el sol estaba en su máximo esplendor.
El viento movía y acariciaba todo lo que encontraba, como si se tratara de un bello ángel de flores blancas.
La música de la memoria resonaba por todo el prado, no paraba de sembrar y replantar recuerdos del ayer.
Carmelia, mirando al cielo, yacía en el suelo:
—Me pregunto si... eso es posible siquiera.
—Por qué... siento que mi corazón está cambiando.
—¿Esto es algo malo, o algo bueno?
—Necesito una respuesta...
En todo el tiempo que ha pasado, ella logró madurar un poco. Aún seguía con problemas emocionales por el tan poco movimiento físico que ha hecho. Algunas partes de su cuerpo se estaban atrofiando y necesitaba hacer algo al respecto.
Al día siguiente, Ella... simplemente desapareció.
Realmente no importaba a dónde fuera, porque ella ya no tenía a nadie. Su despedida fue como una mariposa que revoloteó hacía la casa del vecino, y que desapareció misteriosamente como si de un fantasma se tratara.
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La Chica de los Girasoles
PoetryUn libro que narra la historia de una jovencita, cuya misión es triunfar en cada paso de su vida dando lo mejor de ella.