Capítulo 17

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Amanda

Era un desastre de solo mirarme en el espejo y no me sentía del todo bien, me sentía desprotegida y que con la aparición  de ese hombre acabar con todo lo que he formado todo estos años.

Hacia clases en mi casa, para distraerme un poco y luego tuve que dejarla porque no me concentraba del todo. Aún no sabía como decirle a mi mamá que él estuvo aquí, si yo me puse así con solo estar en casa y hablarme, no me imagino ella.

No me estaba dando apetito desde su llegada y tampoco ganas de hablar con nadie. Solo estaba sumergida en dormir y leer para desconectarme de este mundo, lo usaba para esquivar lo que pasó.

De un momento a otro tocan la puerta y temo que sea él de nuevo, no sé si podría contenerme o lo que pasaría, aunque también tengo que trabajar en controlar mis emociones cuando se trata de él, además el no merece yo ponerme así.

No alcanzo ver por quien es por las ventanas y menos por la puerta, suspiro y abro la puerta.

Cuando ví quien era suspiré de alivio era axel.

- Buenas tardes, ¿puedo pasar? - Asentí y le abrí la puerta.

Axel venía con una t- shirt azul, unos pantalones de tela y unos zapatos negros muy brillantes, con su pelo negro suelto con aire rebelde y veo que se quita los zapatos lo deja en una esquina y entra.

- ¿Estás loco? Si dejas tus zapatos fácilmente te los pueden robar y entra con ellos. - El entra los zapatos, pero se queda descalzo con sus medias puestas y cierra la puerta.

- Sino sabes en mi cultura no se puede entrar a casas ajenas, ni en la tuya con zapatos es de mala educación y está muy mal visto.

- Pues no estamos en Alemania, aquí en América lo único que yo te puedo dar un golpe es si estoy trapiando y entras con zapatos o sin zapatos, créeme de ahí no sales ileso. - El solo me mira con cara de incredulidad. - En tus país tienen costumbres muy raras.

- Pensé que porque llegamos extranjeros en tú instituto tú también te podrías investigar de nuestras costumbres como hicieron muchas al igual que muchas preguntas. - Me comentaba.

Le brinde asiento y dejo la mochila aún lado de los muebles.

- Lo hacen para buscar una manera de hablar contigo, ya que eres muy pesado con la mayoría de personas. Con respecto a investigar de sus costumbres no, no lo he hecho, quizás para muchos sean algo controversial por ser alemanes y eso, pero para mí son igual que los demás simples mortales. Si tengo dudas o quiero saber algo se los pregunto, bueno más a Alex tú muchas veces eres muy gruñón, me recuerdas a una película de Disney.

-  ¿Películas de Disney?

- ¿No haz visto? - Niega - Pues nunca tuviste infancia, ¿Qué hacías en tú niñez?

- Aprender idiomas, mejorar mis modales y eso. - Se encoje de hombros.

- Familia con dinero y mimados ya veo, es un gran lío. Al parecer no sabes lo que es diversión ya me imagino, una vida amargada y muchas responsabilidades.

- No eres nadie para decir eso, pero algo por el estilo. - Se queda mirándome - Oye te ves horrible.

- Ustedes los alemanes ,¿lo hablan así por joder a uno y quitarle la paciencia o son tan directos que no aguantan decir las cosas moderables  uno tiene sentimientos sabes? Aunque tú opinión no importa mucho ahora.

- Decimos las cosas directamente no buscamos maneras para suavizarlas solo le decimos y ya. - Se encoje de hombros. - Dije eso porque en verdad tienes ojeras y no te ves bien.

La Mala Suerte de AmandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora