Capítulo 16

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Amanda

Esto apesta, tengo varios días en casa con  la bendita silla de ruedas y me estaba volviendo loca. Muchas cosas que no podía ser por la pierna o por los puntos en el brazo.

A Mónica la dejaron de traer algunos días y me quedaba sola en casa aveces la mayoría de las mañanas con todo hecho. Luego iba angel a visitarme, mi prima o neomy.

El novio de neomy, vladimir me trago algunas cosas para comer y lo bueno de esto, porque hay que ver siempre un lado positivo que me concienten mucho, yo diría que aveces demasiado.

Decidí que sea bueno que traigan a Mónica, ella era al menos conmigo muy parlanchina y me entretenía mucho con sus preguntas o de lo que me cuenta en su día, que no pasa conmigo.

Claro tenía que tener una supervisión el cual lo hacía neomy una vez, pero en estos días solo viene angel o willian.  Por ejemplo ayer, estuvo William y Mónica conmigo, el trajo comida hecha y vimos unas películas junto a la niña, la cual estaba muy emocionada.

Pero hoy nos encontramos los cuatro en mi casa, me estuve moviendo con la sillas de ruedas no me gustaba mucho, pero era mejor que la muleta que cada vez que me movía sentía mucho dolor y tuvieron que volverme a cocer sin anestesia porque algunos movimientos bruscos que hice, por esa razón no me dejan hacer nada.

Hace poco angel llegó y William, junto con Mónica estaban haciendo sus deberes, pero me estaba dando hambre y los demás a mi parecer también.

- Iré hacer algo de comer. - Comenté.

- No puedes recuerda que estas... - Comentó willian.

- Tengo mis manos buenas y no soy una discapacitada, esto me está volviendo loca, ¿sabes? No creo aguantar tanto tiempo así, como estoy actualmente.

- Está bien, creo que sí quieres cocinar vamos hacerlo, pero juntos te vamos ayudar, ¿bien? - Asentí a lo que comentó angel.

- Pero ella no puede estar moviéndose mucho porque...

- No, pero para ayuda ni te digo William. - Rodé los ojos.

- La vamos ayudar entre todos, si la seguimos sobreproteguiendo tanto hará algo peor, entiendo como se siente y estará bien ella.

- ! Siiiiiiii !- Chilló de emoción Mónica y se dirigió a la cocina.

Cuando todos nos dirigimos hacia la cocina alcancé a ver la hora en el reloj, tenía que hacer algo rápido, pero tenía deseos se una pasta hecha por mi o al menos hecha en casa.

- ¿Qué haremos entonces, de comer? - Me pregunta William.

- Haré pasta y ustedes serán mis ayudantes en la cocina. - Les comenté.

- Te amo tanto. - Se acerca y me da un beso en la mejilla - Si te habría pasando algo me muero contigo y me habría dolido bastante.

- Lo dices porque vienes aquí muchas veces a comer y te encanta como cocino. - Bromeó.

- Sería una parte, pero si te pasará algo malo no se que sería de mi. - Suspira y me mira . - De solo pensar que alguien podría hacerte daño o pasarte algo, mis ganas de golpearlo me entran cada día más. - Me acaricia la mejilla.

- Aaaah tan bello el hermano, deja el momento romántico y comienza a pelare y picar los condimentos, no se hacen solos. - Le digo de repente y me aparto un poco.

- Matas la pasión de este momento amanda, que cruel eres conmigo. - Pone cara triste y Mónica va hacia el para abrazarlo.

Todos nos podemos en marcha para pelar los condimentos, ambos chicos  tienen manteles puestos y Mónica que le arrastra un poco. Al parecer William picaba los ajices y un poco de verdura, según como lo hace parece todo un experto.

La Mala Suerte de AmandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora