Prólogo

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   La vida nos da muchas oportunidades de enmendar nuestros errores, aunque no nos demos cuenta, pasa el tiempo y las posibilidades se vuelven escasas.

  Lo sé, estuve a poco y nada de echarlo todo a perder, si podría decirlo así, lo que había causado,
me perseguirá por el resto de mis días.

Debía hacer algo, dejarlo pasar sólo hubiese provocado días llenos de miseria y amargura, por ser una persona tan egoísta...

- Querido lector, se estará preguntando porque toda esa pequeña reflexión acompañada del más profundo de mis arrepentimientos; pues bien.

Al pasar las páginas lo entenderá, no se apresure,en juzgar, ni en sacar conclusiones antes de tiempo, por favor le ruego que se sumerja en mi relato, que sienta a través de párrafos la razón del pesar que me acompaña hasta que mi vieja alma gastada descanse o sea castigada.

Mientras desde un rincón del purgatorio, en la espera de la sentencia, déme una última oportunidad de redención mediante esta historia.

God knows i triedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora