La taberna

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Era sábado por la noche, y Calvin se encontraba leyendo en la inmensa biblioteca de su padre, los aromas de ese lugar, era algo que lo caracterizaba, leña recién cortada, cigarros y almizcle aunque si había una fiesta de té, el olor a gardenias, miel y canela reinaba en ese salón. Los tres amigos pasaban horas y horas allí sólo leyendo, excepto cuando la madre de Calvin los ponía en fila, y prácticamente los "obligaba a cantar" mientras ella alegre tocaba bellísimas canciones en el inmenso piano. 

Calvin no sabía cantar. Pero el dúo que hacían Harry y Louis era digno de ser parte de los castrati, sin los procedimientos quirúrgicos y todo eso.

Sus padres habían ido a una cena importante con sus amigos, los hubiese acompañado si es que Louis no estuviera castigado. Uno de los trabajadores de su padre le había comentado que éste no asistió a clases, obviamente después del largo sermón que supone debió darle, lo castigó, dejándolo sólo en su casa. 

Harry por su lado, se había sentido mal por lo sucedido así que se negó asistir. Por mi parte me encontraba a gusto, decidí que los libros serían una grata compañía para pasar la velada.

Afortunadamente para mi, si así podría decirlo, mi primo y buen amigo Niall, interrumpió mi noche de paz y serenidad con una carcajada estruendosa, me tomó por sorpresa.

- Buenas noches a ti también Niall- salude suspirando.

- Leyendo libros, ¿Por qué no me sorprende?- fingió pensar unos segundos con la mano en el extremo de su barbilla. - ¡ajá, por lo aburrido eres!- dijo entre más risas.

- Yo estoy bien, gracias. ¿Y tú, primo?- seguí conversando, ignorando lo que me había dicho.

- Me encuentro de maravillas amigo mío, muchas gracias- había respondido eso, mientras paseaba por la sala buscando uno de los puros de mi padre.

- Entonces...¿Puedo saber a qué se debe esta dichosa sorpresa de tú visita?

- Mi madre está en la ciudad, me dijo que venga a verte para no aburrirme, pero hombre, ¡Eres el ser más aburrido que conozco!, siempre andas leyendo. ¡Por iniciativa propia!- siguió riendo como un niño, o un tonto encajaba bien en ambos.

Sólo lo observé, detestaba cuando decía cosas que nadie le preguntó.

- Mi intuición me dice que viniste aquí sólo como coartada, y en realidad te diriges hacia ese club de mala muerte- reflexioné.

- Pues estas en lo correcto compañero, acompáñame.- sugirió sin ganas.

- No estoy seguro, no frecuento esos lugares.- 

- Pues hay una primera vez para todo, vamos. Será divertido.-

- Dije que no, Niall.- 

- Bien, quise hacer algo para que tus amigos no tengan que lidiar con lo increíblemente soso que eres, ¿En serio te pasas una noche de sábado leyendo?, ¿A tu edad? - preguntó casi incrédulo y está vez sin reírse.

-¡Cierra la boca!- dije mientras me ponía de pie molesto.

¿Y este que se cree? ¿Qué iba saber él de mis amigos?, yo no era soso. Tal vez un poco anticuado pero ellos estaban bien con eso. 

- Así que estoy en lo correcto ¿Eh?-

-¿Por que siquiera supones eso?- pregunté cuidadosamente

- Pues estas aquí sólo, una noche de sábado y tus amigos se encuentran en las calles paseando.-

-¿Mis amigos?, ¿Qué?- estaba completamente perdido, había decidido no salir por ellos, ya que ninguno podía o quería.

-Oh...,¿El pequeño Calvin es la tercera rueda?- preguntó en burla.

God knows i triedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora