Un beso bajo la lluvia [✔]

17. Troubles in paradise.

Después de llorar por horas logré quedarme dormida cerca de la medianoche. Estuve casi todo el tiempo pensando una manera de demostrarle a mis padres que Kyle no es el chico malo que ellos creen, pero no se me ocurrió nada y siento que cada segundo que pasa me acorrala más la cruda realidad. Me encuentro estancada, entre la espada y la pared, entre un te quiero y un silencio, entre luchar o abandonar todo.

Al despertar veo una silueta femenina y cuando la enfoco bien, noto que es mi madre sentada en una esquina de mi cama. Abro los ojos lentamente para adaptarme a la claridad y la miro extrañada. ¿Qué hace aquí? O más bien, ¿desde cuándo está aquí? Es un poquito tétrico, si me lo preguntan.

—¿Estás mejor?—me pregunta.

Asiento sin muchas ganas y me acomodo en la cama para quedar cara a cara.

—¿Y papá?

—Dale tiempo, ver que ya no eres una niña resulta difícil para los dos.

Juro que intento entenderlos pero me molesta el hecho de que no confían en mí. ¿Qué razón tenían para tratar a Kyle de esa manera? ¡Ninguna!. Suspiro y trato de mantener la calma.

—No es mi primer novio, mamá.

—Lo sé, preciosa, pero es el primero con el que te vemos así— iba a protestar pero mi madre me interrumpe—. Sé que ayer me pasé y lo siento, no merecías ser tratada así y ese chico tampoco.

Vaya. Eso no me lo esperaba.

—No te preocupes, mamá.

—Ro, que me esté disculpando no significa que apruebe tu relación con ese chico.

—Se llama Kyle, mamá, y es hijo de tu mejor amiga.

—Lo sé.

La mato. ¿¡Cómo que lo sabe!? A ver, Ro. Es el hijo de su mejor amiga, ¡por supuesto que sabe quien es Kyle! Pero no entiendo, ¿entonces por qué no quiere que me acerque a él? Debería apoyarme, ¿no?

—¿Desde cuándo lo sabías?— pregunto estúpidamente.

—Yo los vi crecer, Bruno y él siempre fueron muy unidos a pesar de ocultar que eran hermanos a todo el mundo.

—Si los conoces sabes que es un buen chico.

—Sé que se volvió un chico muy popular entre las mujeres. Bruno y él son muy diferentes.

Touchée.

—Mamá, no es como todos creen.

—Ro, no quiero que lo veas más.

—¡Pero mamá....!

—Al menos por un tiempo, hasta que hable con tu padre. Promete que no lo verás, Ro.

De todas las personas del mundo, mi madre siempre ha sido mi apoyo. No puedo creer que me esté pidiendo algo así, la quiero muchísimo pero no tiene derecho a decirme con quién debo verme y con quién no. Ni ella, ni nadie.

—No voy a prometerte eso— me levanto de la cama y abro la puerta de mi habitación—. Necesito estar sola.

Ella parece entender la indirecta y se levanta de la cama para dedicarme una mirada triste.

—El desayuno está listo y Clara llegará en cualquier momento.

Dicho eso, se marcha. Cierro la puerta cuando sale y me tiro de nuevo en la cama. Pensé que ella lo entendería, pero al parecer me equivoqué. Es como si por cada cosa buena que me pasa aparecieran cuatro más.