Un beso bajo la lluvia [✔]

28. La despedida.

Capítulo dedicado a Celine_ChR y lovely_2706 gracias por ser las personas que más comentan en todos los capítulos. Las adoro.

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Ro Adams

Lunes.

El día finalmente ha llegado. Me marcho, me voy de esta ciudad por un año entero y no hay nada que pueda hacer para evitarlo. Si alguien me hubiese dicho que esto pasaría, no le hubiera creído, pero aquí estoy, recogiendo la última maleta.

Mis padres me han despertado súper temprano para meter las cosas en el auto y revisar que todo esté listo, así que sin más demora, bajo a desayunar.

Entro en la cocina y encuentro a mi madre preparando algo ligero para el camino, ya no quedan casi utensilios, pero de algún modo, se las ha apañado con lo que queda. Aunque eso es lo que hacen las madres siempre, apañárselas para que sus hijos estén bien.

—¿Empacaste todo?— pregunta ella mientras me deja en la mesa unas tostadas y un vaso de jugo.

—Sí, mamá— ruedo los ojos claramente fastidiada por la pregunta—. ¿Puedes parar de preguntarme lo mismo?

—Sólo estoy revisando que todo esté en orden, tesoro.

Deposita un beso delicado en mi cabeza y se marcha, pero al mismo tiempo, mi padre entra en la cocina, por lo que no permanezco sola ni un segundo.

Mi padre coge un vaso y se lo llena de jugo mientras me roba una tostada, le da un mordisco y me sonríe angelicalmente como si no acabase de cometer un crimen, yo, por mi parte, le lanzo una mirada asesina.

—¿Ya empacaste todo?

¡Joder! ¿Todos van a preguntar lo mismo?

—No, aun me falta esconder el Koala que me robé ayer del Zoo.

—Estás de malas hoy, ¿verdad?

Le dedico una mirada de: Noo, me ha bajado la regla y por eso estoy así. Pero suavizo mi expresión cuando noto su cara de arrepentimiento. Sé que no se quiere ir, pero tenemos que hacerlo, ya me lo explicó y no quiero ponérselo más difícil. Ni a él, ni a mi madre.

—Lo siento, solamente estoy nerviosa— le respondo con una sonrisa de lado.

—Tranquila, mi niña. Todo saldrá bien.

Me devuelve la sonrisa y se marcha por donde mismo se fue mi madre.

De verdad espero que todo salga bien. Empezar de cero en otra ciudad donde no conoces absolutamente a nadie, siempre supone un reto enorme, y aun estoy asimilándolo, así que sólo imagínense lo asustada que estoy por el cambio.

Mi teléfono comienza a sonar sobre la isla de la cocina y estiro vagamente el brazo para cogerlo, lo enciendo y veo que es una llamada entrante de Clara. No lo dudo ni un segundo y contesto, pero quien me habla no es mi mejor amiga, sino Ben.

—Oye, guapa, sale un momento.

—¿Eh? ¿Qué dices?

—Hazme caso.

Me despego el teléfono de la oreja para pensar un segundo y ver si consigo entender de qué habla, pero nada de lo que pasa por mi mente tiene sentido, así que le pregunto directamente.

—¿Para qué voy a salir?

—¿Quieres dejar de preguntar y salir?— pregunta él claramente fastidiado.