Capítulo 11 | Primer

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Ábrete sésamo digo intentando para una puerta abrir.

Sakura.

Soy despertada por una sensación por demás extraña que invade mi cuerpo, como si la soledad repentinamente me golpeara en la cara mientras me grita que ella es más fuerte que yo, pero en cuanto consigo enfocar a mi alrededor y el rostro pacifico de Sasuke mientras duerme entra en mi campo de visión, luciendo completamente despreocupado me doy cuenta de que la soledad no existe más, y claro que no es más fuerte que yo porque no estoy más sola. Salgo de la cama con el mayor de los cuidados para no perturbar la tranquilidad de Sasuke con mis movimientos. En cuanto veo la hora me doy cuenta de que es de madrugada, pues son las tres de la mañana ¿Qué demonios hago despierta a esta hora? Aun así, ya me encuentro despierta, y me costará mucho volver a conciliar el sueño, así que me escabullo hasta la cocina en busca de algo que calme ese sentimiento de nerviosismo que se apodero de mi estómago. Al abrir la gran puerta me siento por completo intimidada por la profunda oscuridad que hay en toda la sala, todo es tan oscuro que el único diminuto rastro de luz es el de la luna que se cuela de forma tímida por una pequeña ventana, además puedo percibir que hay una sombra que se mueve entre la penumbra, crispando más mis nervios, y dejándome completamente inmóvil a mitad del camino sin saber qué es lo que debo hacer.

Después de un par de segundos la sombra se mueve hacia la misma dirección donde me encuentro completamente estática por el miedo, no debo ser mucho más inteligente que Naruto para darme cuenta de que se trata de una persona que se mueve con mucha confianza por la oscuridad de la casa, aún no sé sí debido a esta oscuridad no se ha percatado de mi presencia, o simplemente está pretendiendo que no lo hace, pero pasa por mi lado sin darme demasiada importancia, cosa que cualquier persona normal agradecería, pero yo no soy normal, y no puedo dejar que sea quien sea se vaya así como así, necesito saber sí es alguno de mis amigos o si debería tener miedo de algún desconocido dentro de la casa, aunque sé bien que de ser lo último lo que haré a continuación seria como ir directo a la cueva del lobo. Le tomo por el brazo haciendo que ese andar suyo se detenga, pero es lógicamente mucho más fuerte que yo, por lo que consigue liberarse de mi agarre de un movimiento rápido y un tanto violento, mismo por el cual caigo sentada en el frío suelo, golpeando mi brazo contra una de las pequeñas mesas que hay alrededor de la sala. Joder, sí que soy idiota. La sombra, -de quien ahora aseguro es una persona- se acerca de nuevo a mí con velocidad, y es justo ahora que comienzo a cuestionar todas mis acciones estúpidas mientras el miedo me recorre ¿Es este el momento de mi muerte? ¿En serio moriré aquí y de esta forma? Es demasiado humillante incluso para mí. Sin embargo de mi torpe garganta se escapa un grito al tiempo que la persona se acerca, en cuanto grito la persona me empuja con fuerza con toda la intención de hacerme daño, finalmente caigo por completo al suelo dándome un fuerte golpe en la cabeza, un golpe que debo decir duele mucho más de lo que me gustaría, la persona misteriosa huye en dirección a la cocina cuando comienza a oírse el movimiento en otras habitaciones, pero para mí mala suerte en cuanto las luces son prendidas totalmente, la misteriosa persona ya ha desaparecido de mi campo de visión bastante nublado

...

El fuerte aroma a alcohol entra en mi nariz y me obliga a abrir los ojos, al hacerlo me doy cuenta de que sigo en el jodido suelo, Matsuri está a un lado mío, sosteniendo el algodón del cual provenía el olor a alcohol que sentía, supongo que he sufrido alguna especie de desmayo después de aquel menudo golpe —¿Te sientes mejor? —Pregunta Matsuri, asiento, mientras ella y Sasuke -quien está en extremo callado- me ayudan a ponerme de pie para que pueda sentarme en el sofá, para ser honestos, me encuentro demasiado mareada por el golpe, y por la sensación de ardor en uno de mis brazos.

—S-Sasuke, Sakura tiene sangre en el brazo —Dice a gritos Ino, claro, ahora me cuadra el ardor en el brazo. Matsuri se cuelga en un regaño a Ino por esa forma infantil de reaccionar ante esto que parece ser una emergencia, tomando en cuenta que se supone será una enfermera, para ser honestos, no discuto la razón de la castaña, y siendo honestos nunca termine de entender porque Ino estudia eso si es demasiado emocional ante ciertas situaciones. Una vez ha terminado el regaño que parecía eterno, ambas curan con delicadeza mi brazo, Sasuke solo se encuentra ahí, observando fijamente todo, sin decir ni siquiera media palabra.

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