🐤 Canas de preocupación 🐤

1K 151 129
                                    

Jigoro había despertado con más arrugas debajo de sus ojos, la noche anterior no había dormido muy bien y las marcas púrpura oscuro denotaban eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jigoro había despertado con más arrugas debajo de sus ojos, la noche anterior no había dormido muy bien y las marcas púrpura oscuro denotaban eso. Preparaba el desayuno con mucha lentitud, se sentía obsoleto, su mente estaba divagando en el día anterior.

Tan normal como de costumbre, con su adorable rayo chispeante llegando a desayunar mientras le deseaba los buenos días con una sonrisa. Tras la salida de Zenitsu para ir a la escuela, el leía el periódico mientras toma té. Más tarde, escucharía como la nube tormentosa e impertinente intentaría irse con el mayor silencio posible. Kaigaku se iba, pero no a la escuela, ya había llamado para corroborar la inasistencia de Kaigaku esos primeros dos días, a donde fuera siempre regresaba con golpes y no decía nada.

Jigoro se tomaba ese tiempo a solas para reflexionar, se hacía preguntas a si mismo,  especialmente sobre sus niños.

¿Por que Zenitsu llora tanto? ¿Por que Kaigaku deja de asistir a la escuela? ¿Por que a Zenitsu le gusta tanto Tanjirou? ¿Como hace Kaigaku para pasar por los pelos cualquier materia si pasa el noventa por ciento de su tiempo sin ir a la escuela o estar en casa? ¿Se habría equivocado con alguna de sus enseñanzas? ¿Fue algo que le falto enseñar?

Luego, preparaba su propio almuerzo y comía en soledad, como todos los días en los que sus niños estaban en jornada escolar. Veía algo de tele y a las tres salía a pasear hasta llegar a casa de su vecino y buen amigo que lleva conociendo de hace años, Sakonji Urokodaki.

Jugaban juegos de mesas y conversaban, a veces, Jigoro le recriminaba que por su culpa Zenitsu no se sacaba a Tanjirou de la cabeza y Sakonji solo se limitaba a reírse.

Luego, terminando los juegos, regresaba a su hogar a preparar todo para la cena.

Ese día, iba normal hasta que escucho una riña fura de su casa. No podía decir que era extraño, a veces Kaigaku se mete con gente con la que no debería y causaba problemas, era bastante molesto. Planeaba solo asustarlos, pero cuando estubo a punto de salir con su escopeta de cazador escucho el fuerte quejido de Zenitsu.

Por algún motivo, su nieta era el eje central del pleito afuera. Esto es anormal, nunca nadie había causado problemas por Zenitsu.

Al principio, Jigoro no le tomo importancia, pero más tarde empezo a reflexionar tras colocar su cabeza sobre la almohada.

A estos chicos no los conocía. Estos chicos, que no había visto antes, tenían una apariencia especialmente amenazante, en particular el alto con cicatrices, tenía cara de llevar armas bajo sus mangas. Estos chicos que no conocía se relacionaban a diario con su amado rayo chispeante.

¿De dónde habían salido? ¿De qué reformatorio los habían sacado? Estos chicos tan extraños empezaron a causar ansiedad en Jigoro.

¿Estaría mal estar preocupado?

¡No, claro que no! Solo vean a su nieta, tan pequeña y llorona, y esos chicos eran aterradores.

Nadie podía culparlo de estar preocupado hasta la médula.

- Color amarillo pollito - [Zenitsu fem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora