🐥 Con cacao y amor 🐥

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El llanto de Zenitsu no paraba, la chica estaba ensimismada en su berrinche, completamente furiosa y triste, mientras patalea molesta

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El llanto de Zenitsu no paraba, la chica estaba ensimismada en su berrinche, completamente furiosa y triste, mientras patalea molesta. Jigoro buscaba tranquilizarla, asegurándole que no era un asunto de gravedad y que hay remedió.

Kaigaku, en cambio, estaba calmado en secreto al ver que no era nada que perjudicará el estado actual de Zenitsu. Más también está enojado, por la ridiculez que motivo a Zenitsu a armar semejante escándalo.

Sin embargo, para Zenitsu era muy importante. San Valentín era la única fecha a la que le dedicaba sudor y lágrimas, desde primer año de escuela medía, preparaba absurdas cantidades de chocolate y los repartía en modo amistoso a sus compañeros de clase y uno especial para Tanjirou y para... Bueno, ese segundo nombre había sido tachado y sepultado para no volver a nombrarlo en lo que le restará de existencia. El caso es que, la única habilidad sobresaliente culinaria de Zenitsu se enfocaba en los dulces que regalaría en San Valentín.

Este San Valentín era particularmente especial porque ya no estaba regalando chocolates para intentar simpatizarle a otros, sino porque ahora, tenía personas a su alrededor a las que les quería regalar con honestidad algo que ella misma prepara.

Lo terrible es que no solo se le olvidó la fecha cercana, aparte, no sería capaz de preparar la mezcla ¡O si quiera comprar los ingredientes! Estaba sumamente deprimida con la idea.

Kaigaku se exasperó tras cincos minutos de escuchar el berrinche de Zenitsu.

— ¡Ya basta, ratón! ¡¿Y a quién mierda le importa sino puedes entregar tus mierdos chocolates?! — exclama iracundo con sus venas marcadas por su frente y manos. Zenitsu le mira como si hubiera dicho lo más terrible y absurdo del universo.

— ¡Yo siempre preparó chocolates para mis profesores y compañeros de clase! ¡Además de uno super especial para Tanjirou! — refutó llorosa Zenitsu —. ¡Realmente quiero preparar chocolates! — exclamó segura entre el llanto.

— ¡Ya deja a Zenitsu, Kaigaku! — regaño Jigoro, acariciando la cabeza de su nieta —. Sabes que es importante para ella.

— ¡De todos modos, siempre desechan tus chocolates! — exclamó Kaigaku sin pensarlo, aunque pronto se mordió la lengua arrepentido cuando escuchó lo que dijo.

— ¡Kaigaku! — reprendió Jigoro que con la mirada desaprobó el comentario tan innecesario, desvío su atención a Zenitsu, observando a su nieta preocupado.

Esto no era un secreto para ninguno. Un día, Zenitsu se enteró que una vez recibían sus chocolates eran automáticamente desechados por los demás. Unos compañeros, quiénes no se percataron que ella estaba cerca, hablaban del tema como si fuera muy gracioso.

Zenitsu se opaco por el comentario, más frunció los labios y nego.

— ¡Eso no importa! — dijo con su voz quebrada, el tema la ponía sensible —. Este año es diferente — aseguró.

- Color amarillo pollito - [Zenitsu fem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora