- Color amarillo pollito - [Zenitsu fem]

🐥 El segundo día es peor que el primero 🐥

A la mañana siguiente, Zenitsu se levantó con el sonido de su alarma del reloj despertador; raramente usaba ese reloj ya que tenía su celular, sin embargo, con esos mensajes que no paraban de llegar apago el celular y así lo tuvo toda la noche.

Lo primero que hizo al estar de pie fue encenderlo, sorprendiendose al ver que la persona que la amenzaba continúo molestando hasta las tres de la madrugada, la fila de mensajes alcanzaba una cifra de trescientos, todos cortos y concisos.

"Deja a Kanjori en paz"

Zenitsu trago saliva ¿Sería un acosador? La idea era aterradora...

Intento no pensar en ello, borro la hilera de mensajes y dejo el celular a un lado. Comenzó a alistarse para ir a clases, apresurada, bajo al primer piso despeinada y tomo algo de frutas de la cocina donde su abuelo sirve el desayuno.

— ¿Te vas ya? — pregunto Jigoro extrañado, apenas tenía el plato de Zenitsu a medio servir.

— ¡Se me hace tarde! — exclamó Zenitsu soñolienta, había dormido poco entre la preocupación que le genero esos mensajes y pensar en el informé.

— Aun queda tiempo, come antes de irte — Jigoro le quito la fruta de sus manos y la llevo al comedor obligándola a sentarse.

— ¡Pero...! — antes de que pudiera replicar, Zenitsu recibió una severa mirada de Jigoro. Zenitsu entendió que su alimentación no estaba en discusión —. Bueno...

Comió todo lo que Jigoro le sirvió con rapidez, metiendo toda la comida que pudiera en su boca y masticando con dificultad. Jigoro no entendía el afán de su nieta, estaba seguro de que llegaría a tiempo y que no debía atragantarse de ese modo.

— Si comes tan rápido te dará indigestión, podrías vomitar... — advierte Jigoro preocupado. Zenitsu no escucho, solo paso toda la comida que tenía resguardada en sus mejillas con un vaso de leche fría y dos golpes en el pecho.

— ¡Terminé! ¡Me voy! — exclamó tomando su mochila y saliendo corriendo en dirección a la puerta para colocarse lo zapatos con torpeza y salir corriendo.

— ¡Ah! Que te vaya bien... — logro decir Jigoro al verla salir tan aprisa, con un portazo tras ella. Suspiro —. ¿Que le pasa?

Zenitsu quería ir tan pronto a la escuela como pudiera, quería advertirle a Mitsuri.

"Sino le digo, estará en peligro" Pensó preocupada, caminaba rápido, aunque con cada paso que daba se sentía más pesada. Pronto, un extraño revoltijo se hizo en su estómago, sintió como si hubieran amarrado sus intestinos y todos sus órganos en un nudo. Su cabeza daba tumbos y un amargo líquido su acumuló por su garganta.

Oh, oh...

Corrió hasta un árbol que vio cerca en el que se apoyo y todo lo que desayuno lo devolvió en vomito. Le dió mucho asco ver como la punta de sus despeinadas trenzas se llenaba del líquido amarillento. Aún sentia la pesadez en su estómago y volvió a vomitar, esta vez sus zapatos se vieron afectados por el baño de vomito.