- Color amarillo pollito - [Zenitsu fem]

🐤 ¡¿Zenitsu?! 🐤

— Te agradezco mucho por ayudarme, Kamado-san — el joven se inclinó varias veces frente a Tanjirou, quien negó con una sonrisa incómoda.

— No te preocupes, Kiomi-san. Me alegra haberte ayudado — Tanjirou aseguró con simpatía. Aunque en realidad, se sentia incómodo con la situación: su compañero de clase le pidió reemplazarlo en la limpieza de salida porque tenia otros asuntos que atender y no quería perderselos, la persona con la que habla es con quien su compañero debería hacer la limpieza.

— Me apena que Sato-kun te pidiera remplazarlo, realmente te agradezco que me ayudaras — fue sinceró con su agradecimiento. Tomo sus cosas y volví a agradecer con una inclinación para irse. Tanjirou suspiró.

— Al menos pudiste quedarte a cerrar el salón — murmuró para si mismo. Sacudió la cabeza y el mismo lo hizo, después de tomar sus cosas. Se retrasó en su propia agenda, tenía que buscar a Nezuko y Takeo, y después pasar por sus demás hermanos pequeños en la primaria, ya habían salido hace más de media hora y debían estar esperandolo solos en ese lugar.

Se apresuró en salir de instituto, despidiéndose de algunos profesores en el camino.

— Kamado ¿Vas tarde? — Giyuu lo llamo a la entrada, él asintió como respuesta —. Puedo llevarte a ti y a tus hermanos en mi auto ¿Te parece? — propuso con simpleza. Los ojos de Tanjirou se iluminaron, asintiendo alegre con la sugerencia.

— ¡Me ayudaría mucho! ¡Solo ire por Nezuko y Takeo en la entrada! — aviso señalando a la entrada principal.

— Ire por mi auto en el estacionamiento, los recogeré ahí — asintió Giyuu, para girarse a cerrarse la puerta de la entrada del edificio. Giyuu podría ser muy severo, pero en realidad es amable y desinteresado. Giyuu desde muy joven, va a la panaderia Kamado y conoce la situado de la numerosa familia, incluso hubo un tiempo en el que fue niñero de los hermanos mayores de la familia para ayudarlos y también para que le dieran pan, por supuesto.

Tanjirou se sintió mejor, la ayuda de Giyuu le vendría de maravilla. Penso en las veces en las que el profesor lo regañaba por sus aretes, sintiendo culpable por los problemas que le ha ocasionado, pero también pensó en lo importante que eran estos aretes en su familia y como debía llevarlos con él en todo momento para mantenerlos seguros.

Llegó a la entrada de forma rápida, donde encontro a Inosuke, Nezuko y Takeo. Inosuke tenia una marcada amargura grabada en su rostro, mientras su hermano pequeño hablaba alegremente sin recibir respuesta, Nezuko estaba medio dormida; su cabello estaba desatado y cubría la mayor parte de su cara, el se lo había arreglado en la mañana y aún así ya estaba despeinada.

— ¡Nezuko, Takeo! — llamo con un suspiró y una sonrisa. Takeo lo ubicó con la mirada de forma inmediata y le sonríe.

— ¡Hermano! — tomo la mano de Nezuko para llevarla con él hasta Tanjirou. Abrazo la cintura de su hermano y sonriendo, le empezó a contar su día —. Tengo mucha tarea, pero me fue muy bien en la clase de lectura de hoy. Además, hice un nuevo amigo ¡Él es Inosuke! ¡Es genial y muy simpático!