🐤 Malestar estomacal 🐤

750 98 71
                                    

La doctora observa concentrada el brazo de Zenitsu, estirado de forma vertical hacía un lado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La doctora observa concentrada el brazo de Zenitsu, estirado de forma vertical hacía un lado.

— Muy buen Agatsuma-san, ahora, arriba — indica pacientemente. Zenitsu siente un pequeño ardor al momento de intentar llevar su brazo hacia arriba, sisea adolorida sujetando su hombro izquierdo. La doctora detiene los movimientos de Zenitsu —. No te sobreesfuerces, Agatsuma-san ¡Vas muy bien! — le aseguró con entusiasmo practicado que solo usaba para animar a los pacientes.

Esta era la primera terapia muscular de Zenitsu, tenía que asistir una vez a la semana para que observarán su progresó. Su hombro dislocado dolía bastante al intentar llevarlo arriba o al frente, pero podía estirarlo a un lado sintiendo solo una leve incomodidad, eso indicaba que aún no se había acomodado por completó y que era necesario el reposo del brazo izquierdo.

— Tal vez dentro de una o dos semanas más estarás como si nada hubiera pasado — conjeturo la doctora. Zenitsu se alegro, ya le habían dicho que pasaría un mes aproximadamente con el brazo inmovilizado, pero mientras más pronto se sacará el cabestrillo ¡Mejor!

— Gracias por la atención — dijo Zenitsu. La doctora la ayuda a ponerse la camisa y el cabestrillo. En la cabeza de Zenitsu se repetía la escena de, como hace una hora atrás, su abuelo estaba furioso por que un doctor había sido enviado a atender a su nieta; Jigoro golpeo con su bastón al doctor directo en la cabeza, exigiéndole que trajera a una mujer calificada para asistir a Zenitsu y acusándolo de ser un pervertido al querer que su nieta se sacara la blusa, el doctor salió despavorido buscando a alguna doctora que pudiera tomar su lugar en la terapia.

Zenitsu se sintió revuelta en vergüenza al recordar los gritos de su abuelo y como llamo la atención de tantas personas, su cara se tiñó de rojo inconscientemente, entre que salía del consultorio. Su abuelo le esperaba leyendo una revista cualquiera, cuya portada tenía una familia feliz y sonriente.

— ¡Abuelito! — llama sin prisa. Jigoro levanta la vista y deja el aburrido artículo de "beneficios del aguacate" olvidado entre las páginas de la revista que regreso a su lugar.

— ¿Ya podemos irnos? — pregunto casual. Zenitsu asiente y ambos se ponen en marcha.

— Mi niña — menciona Jigoro teniendo el interés de su nieta —. Se que se te dió una semana para descansar por tu lesión, pero si quiere, puedo hacer una carta para que descanses un poco más — sugirió preocupado, esta era la primera vez que Zenitsu tenía una daño que la limitará tanto, por lo que Jigoro estaba abrumado y ansioso.

Zenitsu sonríe con gratitud ante la sugerencia de Jigoro, suspirando cansada mientras salían del hospital siendo evadidos por varios doctores y enfermeras que se enteraron del arrebato de indignación de Jigoro.

— Lo pensaré, muchas gracias — le respondió calmada.

Ya había transcurrido toda una semana desde que Kaigaku se le encomendó llevar los chocolates de Zenitsu a la escuela. Ese viernes era su último día de permiso para ausentarse, tal vez por ello Jigoro hacía mención del tema.

- Color amarillo pollito - [Zenitsu fem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora