20_La fiesta de Adrien (II)

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A @IlseTerrones que preguntaba a quién tenía que matar para que le dedicaran un capítulo.

A @IlseTerrones que preguntaba a quién tenía que matar para que le dedicaran un capítulo

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Capítulo 20

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De alguna manera, y en lo que avanzaba por el pasillo detrás de Adrien y Raphael, logré calmarme e ignorar el impulso de estrellar sus cabezas.

Adrien nos guio hasta una habitación cerrada que resultó la de sus padres. Me entregó la llave antes de pedirnos que mantuviéramos la conversación en paz.

Le cerré la puerta en la cara, la de imbécil que solo me recordaba que no le había podido pegar con ganas y que tampoco podría hacerlo con Raphael.

Giré para encontrar al rubio con gesto contraído.

—Lo que pasó con...

Ignoré su parloteo. Atravesé la oscura habitación y encontré unas puertas de cristal, cubiertas por gruesas cortinas rojo vino. Daban a una amplia terraza e hice un gesto para que saliera y poder conversar donde nadie escuchara lo que no debía.

—¿Me pegarás como hiciste con Adrien? —preguntó, intentando sonar seguro y manteniendo la distancia una vez estuvimos en el exterior.

—Tú has tenido más suerte —murmuré con cinismo—. Te voy a dejar explicar las razones por las que te comportas como un cretino.

Se atoró con su saliva, pero disimuló para no exteriorizar el miedo, uno que podía leer en sus ojos.

—No pasó nada, fue Rosie la que armó el escándalo.

—¿Dirás que fue su culpa lo que pasó? Mal comienzo.

—No sabía que decirle a una chica que te gustaría coger era un insulto —expuso, envalentonándose—. No lo grité a los cuatro vientos, se lo dije al oído y ella se puso como loca.

—Seguro porque tenía la regla —ironicé, repitiendo sus palabras.

—Fue una manera de hablar, no estaba insultándola.

—¿Una manera de hablar como el día en que hablabas en las duchas sobre Mia, Sophie, Victoria y Rosie?

Su rostro, de naturaleza pálido, adoptó una tonalidad verdosa.

—Tú-tú...

—Sí, lengua floja, lo escuché todo ese día.

—No quise ofenderte por...

—¿Crees que me ofendió lo que hablaron de mí? —Reí por lo bajo—. Tienes que ser muy egocéntrico para pensar me ofendería eso y no la manera en que hablan de las chicas con que se juntan.

—No fui yo quien habló.

—Estabas ahí y te daba risa lo que decía Adrien, eso te hace igual de responsable. Además, escuché muy bien lo que dijiste sobre emborrachar a Rosie.

No te enamores de Mia © [LIBRO 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora