Prólogo

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Llovía...

Pero era una lluvia pacífica. Sin truenos ni relámpagos.

AMALIA ¡REAXIONA!

Amalia dormía en recuerdos mientras debía soñar despierta. No, nunca fue de seguir las normas. Por supuesto que era tarde, era demasiado tarde, de madrugada, pero ella seguía dormida. Ojos cerrados, una canción sonando en su mente, _"Nada es igual"_ de algún cantante de los 80. Recuerdos casi al mismo ritmo que la canción.

...

(9y 30 am). Amalia tenía 5 años y una familia recién formándose.
-Buenos días, mi amor ¿Ya viste si la niña despertó? Recuerda que debe tomar su medicina

(11y 47 am). Amalia tenía 10 años y una familia perfectamente formada.
-¿Qué les parece un helado después de salir del cine? Es tu película favorita, princesa de papi

-¿Papá tú nunca nos dejarás verdad?

"Papá solo está ocupado con el trabajo cariño, estás grande ya"

(1 pm). Amalia tenía 13 años. Estaba feliz por su entrada a la secundaria en la que estaba el chico que le gusta. Al primer día de clases la acompañó fielmente su madre.
-Ahora comienza una etapa difícil de tu vida pero hermosa a la vez, tienes que ser fuerte.
-Mamá, ¿Por qué papá y tú no vinieron juntos?

(3y20 pm). Amalia, no tenía muchas ganas de comenzar a estudiar por una carrera que debería continuar estudiando el resto de su vida. Cumplirá 15 años en unos meses. No quiere ser fotografiada por extraños ni que falsas amistades estén en su fiesta, ni siquiera el chico que le gustaba y resultó ser bastante aburrido.
-Entonces, ¿solo irá el gato?

*_Llamada de 2:03 min:_*

-Papá, ¿Tú y tu novia vendrán a la fiesta? ...No, mi madre no quiere ir... la abuela ya no vive con nosotros hace 3 meses, te lo dije, ¿no lo recuerdas?... si, entiendo, para la próxima será.

(3y23 pm). Amalia es más complicada que la etapa en la que está. De tanta fortaleza que le inyectan diariamente tiene agujeros como fugas de sentimientos.  -Hey rarita, deberías peinarte.

(4 pm). Amalia no sabe que hora es. Tiene 19 años y agujeros remendados. Consiguió un trabajo a tiempo parcial y tuvo una casa propia con 1 gato más y demasiadas tazas de café.
-Mantener una casa con un mal trabajo y los estudios a la vez no es fácil,¿lo sabes no?

(5 pm). Pronto comienza a anochecer y Amalia aún no despierta desde el día anterior. Tal vez fue el vino. No recuerda su edad, la hora menos. Lleva 2 días sin ir a la universidad. Cambió su dosis de fortaleza por otra más efectiva aunque ningún médico la recete.
-Miau

Amalia deja de recordar, abre los ojos...
Ahí sigue el techo sin pintar desde que rentó el apartamento. Dejó de creer que esto era parte de aquella etapa y así se dejó de un vicio. Se levantó de la cama con ayuda del insomnio provocado.

-¿Y mi reloj?

-Tropezaste con el hace tiempo.

-No uses ironía conmigo.

Tomó dos cigarros y aunque aún continúa sin saber la hora, sabía que fue la luna quien se intrometió en su conversión interna, como todos los días, casi con la misma intensidad con la que se colaba su luz por la ventana.
Posada en el balcón tal abeja en una flor para alimentarse, prendió, para luego llevárselo a la boca y aspirar el polen, uno de los cigarros. Pasó uno de sus 4 gatos y acarició sus pies mientras otro que se columpiaba en el borde de la baranda tumbó sin apuro la última taza de café.

-¿Es una mierda crecer no?, dijo con voz de sabiduría la gigante que la  iluminaba.

No le dió importancia y dijo:

-Ten, te traje uno.

-¿Y qué necesitas a cambio?

Sonrió, si, me convenció hasta a mi de que fue de felicidad.

-El de hoy te lo puedes quedar gratis.

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