B~Beta 🐺

2K 132 64
                                    

Alec era un Beta, y de esa manera fue criado.

Cuando cumplió 14, su padre le llamó a su despacho, y le dijo que le habían llegado los resultados de unos exámenes que confirmaban que era Beta, pero también otros que revelaban que tenía una enfermedad mortal, que aquejaba solamente a algunos Betas.

Alec obviamente se asustó, pero su padre le dijo que no había que temer, ya que por su status y sus conexiones era fácil conseguir un tratamiento.

Le dio unas cinco pastillas rojas, y le pidió que cuando se las terminara, volviera a su despacho por más, pero que las siguientes serían de color blanco. Las rojas sólo las tomaría cada 2 meses.

Y antes de que se fuera, le pidió que manejara el asunto con la más absoluta discreción, con el fin de no asustar o preocupar a su familia sin razón.

~~~~~~~~~~~~~~~

8 años después...

Alec estaba muy nervioso. Hoy era su prueba para graduarse. Esa noche, él y sus compañeros cocinarían para las empresas Edom, y a cada uno se le asignaría el platillo de un comensal (cuyo nombre no conocían), y en base a la opinión del comensal, podrían pasar al mundo laboral. Los maestros tenían el permiso de la empresa y sus integrantes para observar y tomar notas, y en base a eso podrían hacer su evaluación.

Su miedo era que le tocara un comensal muy estricto, o peor aún, el heredero a las empresas Edom, Magnus Bane. Había oído que era muy exigente, y que muchos estudiantes no sólo no habían aprobado, sino que salían llorando destrozados después de recibir sus duras críticas.

De tan nervioso que se encontraba se le olvidó tomar sus pastillas. Esta vez le tocaban las rojas, las que tenían el efecto más fuerte; pero nunca cruzó por su mente.

Así que cuando por fin llegó su orden, se sentía muy ansioso. Pero se hizo a un lado, como siempre que cocinaba, y se concentró en hacer lo que mejor sabía: preparar excelentes comidas.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Magnus estaba harto.

Hoy sería la prueba mensual para la graduación de los alumnos de cocina de la escuela Idris, y su padre le había obligado a asistir a esta, como había estado haciendo los últimos 2 años, pero esta vez prometió que sería la última, ya que ese mismo día Magnus quedaría oficialmente a cargo de la empresa, y sería libre de ya no asistir a más.

Al principio lo hacía con gusto, creyendo que alguno de los tantos alumnos podría sorprenderlo.

Y lo hicieron, pero con lo horrible que cocinaban.

Magnus nunca se sentó a considerar que su madre era chef profesional. No hasta que falleció y ninguna comida le supo igual.

De los pocos recuerdos con ella que tenía, uno en particular brillaba mucho: ella preparando un delicioso falafel, que solía ser su comida favorita.

Magnus no pedía mucho, sólo un falafel como el de su madre. ¿Tan difícil era?

Aparentemente sí.

Muchas veces no podía tomar dos cucharadas de la misma sopa sin querer vomitar, y todo pasaba: su hambre crecía y lo ponía irritable, se desquitaba con la persona en cuestión, y terminaba comiendo pizza en su departamento.

Solo.

Esa era otra de las razones por las que odiaba este tipo de eventos; por no haber encontrado a su mate siempre iba solo, y muchas veces parecía que en vez de ir a cocinarle para graduarse, iban a ver quién se quedaba con él.

Alfaverse- Malec 🐺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora