Alfaverse- Malec 🐺

Y~Yoyo 👦🏾👦🏻

-¡Alessanderrr!
-¡Mannusss!

Ambos niños, con apenas 5 y 4 años, tenían dificultades para pronunciar bien sus nombres, aunque eso no era impedimento para que se siguieran saludando de ese modo.

—Hoy, después de ir a visitar a mi mami, fuimos al mismo lugar donde un señor con bata nos picó  la semana pasada ¿Te acuerdas?— el menor asistió, entusiasmado —Yo no quería que me volvieran a picar, pero hoy sólo le dieron unas hojitas.

La madre de Magnus había sido una mujer muy dulce, que había muerto dando a luz a su único hijo. Y aunque eso llenó de tristeza el corazón de Asmodeus, se limpió las lágrimas, y con ayuda de sus amigos de toda la vida, los Lightwood, crió a su hijo.

Y las vidas de todos se alegraron con la llegada de un nuevo bebé al año siguiente.

-Mi papi dijo que había llegado el tuyo, y como yo no quise ir, me quedé con Izzy y Jace.
-¿También le dieron unas hojitas?
-Sí. ¿Qué decían las tuyas?
-Mi papi dijo que decía que yo era un Afa...Al-fa, y que estaba muy orgulloso de mí...¿Y las tuyas?
-Mi papi dijo que decía que era un Omega. También me dijo que estaba orgulloso de mí. ¿Pero que es eso?
-¿Qué?
-Afa y Omega.
-No sé...
-¡Magnus!- se escuchó una voz potente, que los niños reconocieron como Asmodeus.-Vámonos.

-Pero Aless...
-Mañana vamos a sus casa ¿sí?
-¡Sí!- dijeron los dos niños.
-¡Adiós, Alessanderrr!- dijo un Magnus muy entusiasmado en brazos de su padre.
-¡Hasta mañana, Mannusss!

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Al día siguiente, el pequeño Omega estaba nervioso.

Pero cuando la puerta se abrió, y un moreno corrió hacia él, el pequeño olvidó todos sus nervios.

-¡Alessanderrr!
-¡Mannusss!
-Mira, te traje algo- el moreno sacó algo de su bolso, que al otro niño se le antojó una galleta azul, así que se la llevó a la boca.

-¡No!- dijo el Alfa, preocupado.
-¿No me puedo comer la galleta que me tajiste?- dijo el pequeño, confundido.
-No es una galleta, es un yoyo.
-¿Un qué?
-Un yoyo. Mira, mi papi me enseñó a jugar con él. ¿Quieres ver?
-¡Síii!- Magnus le jaló el pantalón a Maryse, para llamar su atención, y funcionó.

-¿Qué pasó, Magnus?
-¿Puedo salir con Aless? Prometo que lo cuidaré- Maryse no pudo evitar sonreír con nostalgia. Tal vez, si no fuera a suceder lo que Asmodeus les había anunciado, habría escuchado esas mismas palabras de un joven Magnus llevando a su bebé a su primera cita.

-Sí, Magnus. Puedes llevarte a Alec.
-Gracias, Maryse. ¡Vámonos, Aless!

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Cuando ya estaban en el parque, Magnus le enseñó como maniobrar el yoyo, y Alec quedó fascinado por el hecho de que el yoyo volviera a la mano de Magnus, mientras Magnus le contaba la información que su padre le había dado con respecto a Alfas y Omegas.

-Mi papi me dijo que hay Al-fas que no respetan a los Omegas, y que cuando yo vea eso voy a ser un buen Al-fa y ayudarlos.
-¿Entonces no me van a respetar?- dijo el pequeño Omega, asustado.

-No te preocupes, Alessanderrr. Te prometo que voy a estar contigo. Yo seré tu Al-fa, y te voy a proteger.
-¿Lo prometes?
-Sí. Palabra de Al-fa.

Poco sabía Magnus que el destino jugaba contra él.

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Cuándo volvieron a su casa, Asmodeus les dijo que se iban a ir a vivir a otra ciudad, ya que le habrían ofrecido un trabajo que le permitiría darle una mejor vida a Magnus.