C~Celo 🐺

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Magnus Bane era el Alfa de la corporación Edom, y ese día iba a tener una junta con su futuro socio, el Alfa de la corporación Idris. Él nunca había sido del tipo nervioso, pero por alguna razón hoy su lobo se removía inquieto.

Para cuando llegó a Edom, había logrado calmarse. La firma se celebraría allí, ya que el Alfa Lightwood había sido quién había pedido la asociación, y Magnus había aceptado con la condición de que la reunión se celebrara en su empresa.

Así que aquí estaba, esperando a que el Alfa llegara.

Y no tuvo que esperar mucho.

Cinco minutos antes de la hora acordada, la puerta de la sala de juntas se abrió, y por ahí entró un Alfa muy joven.

Estaba muy atractivo, con su traje azul rey que delataba un cuerpo muy bien trabajado, y su cabello negro peinado con el mayor cuidado.

Pero lo que más le llamó la atención fueron sus ojos.

Azules, como nunca los vio, y con una mirada tan profunda, que Magnus creyó que ya le había visto hasta el alma.

El Alfa, incómodo viendo que Magnus no le quitaba la mirada de encima, se aclaró la garganta, haciendo que Magnus por fin saliera de su trance.

-Buenos días, soy Magnus Bane. Bienvenido a la corporación Edom -dijo, tendiéndole la mano.
- Mucho gusto, señor Bane. Alexander Lightwood, corporación Idris.
-Un placer, Alexander.
-Prefiero que me diga Alec.
-Me parece que Alexander te sienta mejor.
-¿Comenzamos?- dijo el Alfa más joven, deseando cambiar de tema .

Se sentaron, y cuando ya estaban listos, Alec comenzó con la presentación de su propuesta.

- Como bien sabemos, mi empresa se dedica a la elaboración de productos para Omegas. Pero para la elaboración de el producto que tengo en mente, necesito más información, y pruebas con Alfas, y ahí es donde entraría usted.

-Te escucho- Alec tomó aire.

-Estoy interesado en desarrollar un producto que minimice o anule el aroma Omega.

-¡¿Qué?!¡¿Está loco?!

-Escúcheme. Todos sabemos que para los Omegas es difícil salir a la calle sin ser acosado por Alfas...

-Para lo cual tengo entendido que ya tiene entendido que su empresa ya tiene desarrolladas las pastillas Alfa ¿O me equivoco?

-Es correcto.

-Entonces dime, Alexander. ¿Por qué el repentino interés en crear un producto nuevo?

-Eso es información confidencial...

-Que necesito saber o de otro modo no hay trato.

-¿Es en serio?- Magnus hizo ademán de levantarse y Alec puso la mano en su brazo- Bien- cuando Magnus retomó su lugar, Alec tomó aliento.

- En Idris tenemos un cliente, un Omega de clase social alta, mucha influencia y gran poder económico, que tiene un aroma muy fuerte. Su padre lo llevó de niño por eso, con el afán de protegerlo, y fue entonces cuando se desarrollaron las pastillas Alfa.

- Pero cómo todo el mundo sabe, las pastillas Alfa siguen teniendo efectos secundarios si se sobrepasa la dosis recomendada. Sin embargo, al cliente no le importó y abusó de ellas, y ahora está teniendo repercusiones en su salud. Necesita un producto nuevo, o de otro modo morirá.

-¿Están conscientes tu cliente y tú que los Omegas con olor más fuerte son los que tienen un destinado?

-Lo estamos.

-¿Qué pasará con el mate entonces?

-Mi cliente está dispuesto a sacrificar lo que sea por tal de poder vivir una vida normal, incluso su felicidad.

-¡Tu cliente está sacrificando la felicidad de alguien más y un vínculo sagrado! ¿Acaso han pensado en eso? ¿No eres humano?Por Lilith, tú eres Alfa. ¡¿Qué sentirías si tu mate tomara la decisión de separarse de ti?!

-¡Lo entendería porque así él puede vivir una vida tranquila!- explotó Alec -Entiéndame, por favor. Soy humano, pero también soy empresario, y si un cliente me pide algo, haré todo lo posible por lograrlo.

-¿Por qué tanto interés en este cliente en particular? Y no me digas que por el dinero porque ya vi que no.

-Es una persona que mi familia estima mucho, y cuya partida los dejaría destrozados- Magnus no podía contraatacar cuando sabía que había cariño de por medio.

-¿Qué gano yo?

-El 100%

-¿Qué?

-Mi cliente se ofreció a pagar todos los gastos siempre y cuando ese medicamento se le diera en un plazo menor a 3 meses. Si no quiere dañar a más Omegas, el producto puede ser privado.

-Le voy a decir qué: 50%, y hago un producto que no mutile al destinado. Tómelo o déjelo.

-Lo discutiré con mi cliente. En la semana recibirá mi respuesta. Muchas gracias por su tiempo, señor Bane.

-Estaré esperando su respuesta- Magnus cerró la puerta, y se pateó mentalmente. ¿Por qué había reaccionado así? Fácil: él sí se deprimiría si por culpa de una empresa no llegara a conocer jamás a su destinado.

¿Pero por qué tanto interés de Alexander? Parecía que ocultaba algo.

¿Sería que...? No, claro que no.

¿No?

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Ya habían acabado de hacer el producto, lo habían probado, y daba buenos resultados.

Pero Magnus no lo quería entregar, por el simple hecho de que Alexander se marcharía por esa puerta tan pronto como lo tuviera, y él no quería eso porque creía haber encontrado a su destinado.

Aunque era lo más improbable del mundo porque ambos eran Alfas, Magnus sentía que sí.

Cada vez que se le acercaba, olía a Alfa, pero en el fondo de ese mar de hormonas alcanzaba a distinguir un tenue toque de naranja y canela, que le enloquecía.

Así que decidió probarlos a ambos esa noche.

Llevaría el producto a su departamento, lo obligaría a entrar y liberaría sus hormonas más fuertes. Si Alexander respondía, aunque fuera mínimamente, le pediría una cita.

Si no, le entregaría el producto, se despedirían cordialmente y ya buscaría su mate.

Perfecto.

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Magnus ya había mandado el mensaje, y sólo estaba esperando su llegada, cuando de pronto le llegó un olor muy fuerte a cítricos de afuera. Con su lobo rasgando, fue a abrir la puerta, y lo que encontró lo dejó estático.

Alexander estaba ahí, de rodillas.

Pero no el Alexander serio y formal de siempre, sino uno con el cabello revuelto, la camisa medio abierta, los pantalones húmedos y los ojos dilatados.

Un Omega en celo, en su máximo esplendor.

Y Magnus no podía estar más feliz por eso.

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Ahora sí perdonen la calidad.

Gracias por leer

Alfaverse- Malec 🐺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora