Yoyo III 🤵🏻💙💜🤵🏾

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Tercera y última parte de "Yoyo 🧒🏻🧒🏾"

Por favor, siéntanse libres de comentar todo lo que quieran. A mí me gusta y me anima mucho cuando lo hacen.
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-Está bien. Dejaré que me cuides- el Alfa sonrió ampliamente.
-Excelente. ¿Te parece si empezamos el cuidado dándote de almorzar? Así podré ponerte al día- Alec asintió- Si quieres ducharte, el baño está detrás de esa puerta. En un momento te traigo un cambio de ropa, y nos vemos en un rato para desayunar- Alec asintió timidamente, y el Alfa salió de la habitación.

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Después de desayunar, Alec pidió ir al restaurante, y el Alfa aceptó.

Iban en el carro en un silencio tranquilo, y cuando el carro dio la vuelta, Magnus frenó en seco.

-¿Qué sucede?- preguntó Alec, extrañado.
-No tienes porque darme de comer en tu restaurante... Podemos ir a otro lado, sin problema... Conozco un lugar muy bueno que...
-Magnus ¿Tienes miedo de que te envenene? No va a pasar, créeme. Ya tengo varios años de experiencia- antes de que Magnus pudiera decir algo más, el Omega bajó del vehículo de un salto.

-Alexander ¡espera!- dijo el Alfa, y bajó rápidamente de su carro.

Pero ya era tarde.

Alec se quedó de pie, estático, viendo las ruinas de lo que alguna vez fuera su más grande orgullo.

Los vidrio estaban rotos, las mesas volcadas, y había rastros de fuego.

Claramente, su restaurante había sido vandalizado en el tiempo que no había estado, y temía saber por quién.

Cayó al piso de rodillas, llorando, y en un segundo el Alfa estaba a su lado, abrazándolo, consolandolo, e impidiendo que se siguiera torturando con la vista de su esfuerzo hecho mierda.

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Fueron a la policía a denunciar, solo para encontrar que ya había una investigación en curso, pero no habían logrado localizar a Alec, ya que había pasado los últimos días inconsciente en la casa de Magnus, y su celular se había quedado en el lugar del siniestro.

Alecse presentó como el dueño del lugar y respondió las preguntas pertinentes, sintiéndose acompañado y apoyado por el Alfa a su lado.

Y cuando le preguntaron sobre sospechosos, el Omega respondió inocentemente que no había ninguno, y el Alfa lo volteó a ver extrañado.

-¿Y los cuatro Alfas del callejón?- el Alfa policía levantó la cabeza al oír eso.
-¿Los que se la pasan atrás de lo que era su restaurante?- Alec asintió, y luego negó.
-No creo que sean ellos. Me han estado molestando por años, pero nunca han intentado nada contra mí.

-¿Por años?- ambos Alfas se enderezaron, y Alec asintió.
-Siempre me han parecido sospechosos, pero jamás he recibido ninguna denuncia contra ellos, así que no pude hacer nada- el moreno volteó con el Omega.

-¿Por qué no has hecho denuncia, Alexander? De haber sabido que era por años, habría hecho más que molerlos a golpes- el policía levantó una mano para callarlos.
-¿Cómo que a golpes?- Magnus le contó entonces sobre el incidente en el callejón de principio a fin. El policía tomó su declaración, y recibió la jeringa que Magnus había recogido del suelo como evidencia, así como el análisis que había mandado a hacer, mientras Alec los miraba con alarma.

-Magnus ¿En serio planeabas venir a denunciar?- el moreno negó.
-No, yo planeaba venir y apoyarte a que tú pusieras la denuncia- al ver su expresión, la preocupación se apoderó de él- Alexander ¿Tú no planeabas denunciar?- Alec negó.
-No es para tanto- el policía se aclaró la garganta.

Alfaverse- Malec 🐺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora