Seventh Morning

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Sábado por la mañana, como ya de costumbre, el moreno se levantó ansioso por llegar a "Paradise". Alegremente y sorpresivamente rápido se dio una ducha, hacía algo de frío así que se puso uso jeans, una playera blanca de maga larga, unos tenis del mismo color, y una gabardina que aparentaba ser de mezclilla. Salió de su departamento y con una gran sonrisa condujo hasta llegar a la bonita cafetería.

Al llegar ahí su rostro se llenó de confusión, había gente sacando los muebles y un letrero que decía, "Clausurado".

-¡Esperen!- gritó horrorizado- No pueden llevarse nada de eso- les impidió el paso

-¿Puede moverse?, necesitamos seguir con nuestro trabajo- le dijo un señor amablemente

-¿Puedo saber porque se están llevando todo?

-Notificaron a la alcaldía que se estaban vendiendo productos dañinos para la salud en este establecimiento, así que estará clausurado hasta nuevo aviso.

No entendía absolutamente nada, ¿Qué mierda estaba pasando?, claramente eso era una gran y descarada mentira.

-¡NO!- Un grito ahogado sonó desde adentro del local

Él sabía perfectamente de quien era esa voz, así que no lo dudó y entró.

Jin estaba forcejeando con el tipo que quería llevarse la cafetera, su cara lo decía todo, estaba completamente devastado...

-Jinie

-Joonie- corrió a él y lo abrazó con fuerza- Yo no hice nada de eso, ¿por qué no me creen?- se refugió en los brazos del menor- ¿me crees?-

A través de sus ojos vio todo el dolor que el mayor estaba sintiendo, y eso hacía que su corazón doliera. Obviamente le creía, él había sido testigo del amor que Jin le tenía a Paradise. Sin duda esto era obra de nada más y nada menos que Haneul.

-Claro que te creo, bonito, prometo que haré todo para que la recuperes- besó la frente del mayor

-¡Jinie!- la voz del pálido resonó a sus espaldas

-Yoon- soltó al moreno y corrió a refugiarse en los brazos de su hermano

-Traté de impedirlo Jinie, te juro que hice hasta lo imposible, pero no pude, no pude detenerlo- toda la fuerza y el autocontrol que el pálido estaba tratando de conservar se derrumbó en cuanto vio a su hermano llorar aferrándose al abrazo que aquel moreno le propinaba- de verdad lo lamento, lamento no poder protegerte de el

-No es tu culpa, Yoon, no lo es.

Esa escena hizo que el corazón del moreno doliera, ciertamente Jin había estado ganándose su corazón poco a poco, no sabía cómo, ni porqué, pero quería protegerlo, sentía que debía hacerlo, e iba a hacerlo.







(...)


Después de aproximadamente unos 30 minutos, el moreno logró convencer al mayor para que fuese a su departamento por lo necesario para quedarse con él, tomaron un poco de ropa, algunas cosas básicas y necesarias y se fueron al departamento del menor.

-Puedes quedarte en esa habitación- apuntó la habitación de huéspedes

-Nam, no quiero darte molestias, puedo quedarme en mi departamento- susurró

Sunday Morning  [JN] [RM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora