16 - Agosto - 2021

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Hoy fue mi primer día de clases, a mis compañeros ya los conocía un poco por los grupos y lo que hemos tenido que ir interactuando los últimos días (a través de redes sociales, pues las clases son en línea).

La verdad es que estaba tan nerviosa que no pude dormir hasta las 3 am. Me entretuve pasando mi horario de clases a un documento bonito... decidí hacerlo con los colores del otoño, pues es mi estación favorita y al verlo me relajaría un poco.

No lo terminé, pero al final me fui a dormir, dejando unas 5 alarmas para la mañana.

Al despertar mi madre me dijo algo y no recuerdo qué le contesté, pero fue de mala gana y ella se enojó (clásico). Me tapé con la cobija y le dije que tenía 5 minutos más, ella dijo que podría haber dicho eso... me regañó... pero yo me dormí otros 10 minutos.

Me levanté, pensé en bañarme... pero la verdad me gusta tomarme mi tiempo así que decidí mejor desayunar (ahora no puedo comer frente a la cámara u.u ) me lavé la cara, me preparé un café, calenté una rebanada de pastel y pizza (que no me comí, porque esa era para darle mordidas entre clases).

Comencé a tomar mis clases... en medio de la primera, tocaron afuera y el perro de mi hermano, Nicolás, empezó a ladrar.

Nico es un perro pastor belga malinois, es MUY protector, así que se vuelve loco cada que alguien viene a casa (si es desconocido, por protegernos, si es conocido, por abrazarlo y jugar).

Mi madre despertó y fue a abrir (eran repartidores) para eso, tuvo que meter a Nico a la casa.

Él, felíz, entró corriendo y fue directo al cuarto a tratar de abrazarme (subirse encima de mí, toscamente) mientras yo estaba en clase.

Luego, se dio cuenta de mi pizza y empezó a tratar de llevársela, peleando conmigo por mi almuerzo. Y yo seguía en clase.

La profesora dijo mi nombre y me hizo unas preguntas sobre qué esperaba de la materia y etc. Yo me rendí y le di mi rebanada de pizza a Nicolás para que se calmara y poder contestar.

La devoró en unos segundos, quiso quitarme la otra rebanada, pero la moví de lugar, él escuchó ruido afuera y salió del cuarto. Escuché el bote de basura moverse en la cocina, así que le hablé para que dejara eso.

Él, obediente, vino al cuarto con una bola de papel aluminio y una servilleta en el hocico, y los dejó a mis pies mientras trataba de escabullirse por la pizza, pero lo vi y la manera en que lo calmé fue sobornarlo con migajas de pizza el resto de la clase para que se quedara quieto.

El resto de mis clases no fueron tan desastrosas, aunque con la última hubo un error en el horario, así que acabamos tomando la clase junto al grupo de mi amigo Evan (el verlo y hacernos reír mutuamente fue lo único bueno de esa clase).

Al parecer el horario de mi grupo estaba mal en una materia y ahora hay un día que tengo clases hasta las 8:00 pm.

No sé cómo voy a aguantar todas las tareas, la presión, el estrés y la responsabilidad.

Y no es que mi madre me tranquilice, pues ella se preocupa mucho por el dinero y si dijera cualquier cosa (aún bromeando) de que no voy a aguantar o me escuchara quejarme de la carrera o algo así, me reclamaría.

Pues sí, lo entiendo, son muchos gastos...

Pero a fin de cuentas sé que podré con ello, que podré graduarme.

No tengo idea de cómo, o cuántas veces lo dude, yo sé que puedo hacerlo, y que lo haré.

Porque tengo que hacerlo.

Y en el proceso sé que tomaré mucho café por las desveladas JAJAJAJ

Ni pedo, hay que hacer lo que sea necesario, pero sin descuidarse tampoco.

Tengo que organizar mi tiempo y crear nuevos hábitos.

Diario de una adolescente con ansiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora