El silencio reina en mi habitación. Lo único que se escucha son mis sollozos, intento aplacar mis sentimientos.
—No puedo —mi voz se quiebra—, no puedo mas —mi cabeza duele de tanto llorar—. Perdónenme, lo estoy intentando. Pero no puedo, lo juro, lo he intentado.
Hago una pausa y respiro.
—Estoy bien —mis labios comienzan a temblar—, lo estaré, y lo seguiré estando —lo repito una y otra ves, hasta que mis lagrimas dejan de caer. Hasta que estoy calmada
Me levanto de la cama, para dirigirme al baño y limpiar el pequeño camino de lagrimas en mi mejillas. Miro mi rostro, estoy roja.
—Nalia, tienes que relajarte —me digo a mi misma, intentado calmarme.
Y poco a poco me voy calmando
[...]
Me miro de nuevo en el espejo, estoy presentable.
Ya han pasado algunas semanas de escuela, y todo va bien. Mi amistad con Adrián va mejorando, Lesslie y yo nos vemos mas de seguido y finalmente Rixon, el muy... Nalia tranquilízate. Bueno, Rixon aun tiene mi libro. Nada nuevo.
—Nalia, llegamos, bájate —dijo mi padre secamente
Solo asentí
Me baje del auto con la cabeza agachada y me dirigí al instituto. Fui a mi casillero, deje lo que no necesitaba y tome lo que tenia que usar. Entré em mi salón y apoye mi cabeza en el pupitre.
Esta semana ha sido dura
Las personas fueron llegando y la paz se fue esfumando. La clase comenzó. Las horas fueron pasando, clase tras clase y nada nuevo pasaba.
Y finalmente el timbre sonó, anunciando la salida. Hoy ni Adrián, ni Rixon vinieron, esto es muy extraño, es un poco de paz, lo que necesito en este momento.
Suspiro
Mis padres aun no llegan por mi. Nubes negras y truenos comienzan a llegar y sonar. Va a llover fuerte.
Mi teléfono vibra, un mensaje nuevo.
Padre: Hoy no podré ir por ti, ve a casa caminando
Yo: Ok
Comencé a caminar luego de recibir ese mensaje.
Comenzó a llover.
La lluvia me recuerda a ella. Ella amaba la lluvia, a pesar que a muchas personas la lluvia les parezca triste o melancólica, a ella no le parecía melancólico, al contrario, ella la relajaba.
Pero después que se fue, la lluvia comenzó a tornarse algo... melancólico.
Las lagrimas recorren mi rostro. Me duele recordar su muerte, recordar sus ultimas palabras, recordar que a nadie le importo su muerte.
Dejo salir todo. En estos momentos que estoy sola, puedo dejar salir todo. Puedo ser yo, sin que me juzguen o critiquen
Sin darme cuenta ya estoy en casa.
Todo está apagado. No hay nadie.
Me adentro mas a casa, mis padres dejaron una nota.
Me dirijo a mi habitación. Necesito darme una ducha. Tomo lo necesario y me adentro al cuarto de baño. Dejo que el agua caiga por mi cuerpo, haciendo que recuerde cuando ella murió.
—Nalia —ella tomó mi cara entre sus débiles manos—, todo va a estar bien, no importa que pueda pasar, yo estaré contigo.
Sentí pequeñas lagrimas asomarse por mis ojos
—Mi niña —limpio una de mis lagrimas—, esta bien, no tienes que llorar por mi. Yo al fin descansaré, tienes que dejarme ir, yo... —la interrumpí
—NO, NO TE PUEDES IR, NO EN ESTE MOMENTO —hice una pausa y sollocé—, no cuando mas te necesito.
Limpió mis lagrimas, con sus delgados dedos
—Tus padres estarán ahí, ellos...—la volví a interrumpir
—ELLOS JAMAS HAN ESTADO PARA MI, SOLO SE QUEJAN DEL DESASTRE DE HIJA QUE TIENEN, O MEJOR DICHO, DEL ERROR.
—Nalia, eso no es cierto, tu no eres un error —su voz se iba debilitando a cada palabra que decía—. Eres la niña mas maravillosa que he conocido —acaricio mi rostro—, y que ellos no lo sepan valorar, no significa que no lo seas —me sonrió débilmente
—ELLOS JAMAS ME QUERRAN —la señale con el dedo—, Y LO SABES. DEJA DE DEFENDERLOS TODO EL TIEMPO —hice una pausa—. ¿ACASO ESTAS MARCAS —mostré mi brazo, donde claramente se veían moretones— NO DEMUESTRAN LO CONTRARIO?
—Ellos no saben lo que hacen —sus ojos azules se aguaban—, ellos te aman mas...—la interrumpí
—NO, ESO NO ES CIERTO, ELLOS NO ME AMAN—le grité y la miré con enojo. Me di la vuelta para salir que aquella habitación
—Ellos tal ves no —me voltee para verla, de sus ojos salían lagrimas—, pero yo si.
No dije nada y salí
Esa fue la ultima vez que la vi. Al siguiente día se llevaban su cuerpo... ella estaba muerta. No me pude despedir.
Comencé a llorar, de nuevo, en la ducha. Su recuerdo me dolía. Necesito salir de aquí
Me vestí, fui a mi cama y me arrope con el edredón. Tomé mi teléfono y comencé a escuchar música aleatoria, "All I Want" comenzó a sonar, esta canción me recordaba tanto a ella. Me quedé mirando hacia la ventana, al lado de ella, estaba su foto. Y de nuevo las lagrimas invadieron mi rostro.
Odio llorar. Según mi padre te hace débil.
Así que limpié mis lagrimas rápidamente. Tengo que ser fuerte, no puedo decepcionar mas a mis padres.
Me quede mirando de nuevo hacia la ventana, escuchando la lluvia azotarla, escuchando a los truenos rugir. Mis parpados fueron cerrándose poco a poco.
[...]
El sonido de la puerta principal me levantó. Mis padres habían llegado.
—¿Nalia? —escuche a mi padre llamarme
No respondí. Si respondo, tendría que bajar y eso implicaría que me viera. Y por lo que yo supongo mis ojos están rojos y para él llorar es una debilidad. No quiero que el me vea débil
Escuche que mi puerta se abría
—Además de inútil, vaga
Auch
Cerró la puerta.
Suspire y mire hacia el techo
—Sálvame de este infierno —susurré
Deje que mis lagrimas salieran, solo quería un poco de Paz.
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Holas
Bueno... lo que se tenia que decir se dijo
Ya verán lo que pasará *risitas malvadas
Así que BAÑENSE, TOMEN AGUA Y ESTUDIEN.
-YO
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Solo un día mas
RomanceSus cansados ojos marrones, veían hacia la esquina del cuarto. Me partía el alma verla en ese estado. -¿Nalia? -la llamé. Levantó su mirada y pude ver que estaba cansada... cansada de luchar, cansada de seguir. Sus ojos se aguaban poco a poco mientr...