Capitulo 8

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Nalia 

Parte 1

¿Somos amigos?


Me levanté de golpe al escuchar un sonido. Miré a mi alrededor intentando encontrar la causa del sonido. Estuve sentada en mi cama aproximadamente dos minutos esperando. 

¿Que raro?

No volví a escuchar nada, así que me recosté de nuevo en mi cama pensando que mi mente jugó conmigo. Cerré mis ojos deseando volver a dormirme y volver a tener ese sueño que estaba soñando.

¿Por qué tenía que levantarme?

Porque la vida es así, querida

Finalmente cuando volvía a quedarme dormida...

Crash

Escuché otro sonido

Esta vez parecía un plato rompiéndose

Ok, mi mente no había jugado conmigo. Miré a mi alrededor, está claro que en mi habitación no fue. El sonido venia del piso de abajo. Me calme un poco, pero...

Mia no está en la cama

¡Mia no está en la cama!

¡MIA NO ESTÁ EN LA CAMA! 

Me levanté apresuradamente, salí de mi habitación casi corriendo. 

Cálmate, Nalia. Mia no está en su cama pero todo esta bien, todo el mundo esta en sus habitaciones y tu solo debes esperar. Esperé y esperé. Mentiría si dijera pacientemente. Absolutamente nadie salió de su habitación.  Ok, Nalia. Nadie escuchó los sonidos puede que aún estén dormidos, puede que sus habitaciones sean insonorizadas. Es eso, estoy segura.

Ay, ¿Qué voy a hacer contigo?

Tal ves si...

Deberías tocar las puertas y ver su Rixon esta sin camisa... digo con camisa

¿Eh?

Solo toca las puertas

Me hice caso y comencé a tocar la puerta de mis padres. No abrieron. ¿Que hago? 
Seguí con la otra puerta —la habitación de los padres de Rixon y Mia—, y tampoco abrieron. 

Ok, Nalia. Cálmate, tal vez si abres la puerta estén ahí.

Y así lo hice. Abrí la puerta de mis padres y nada. Hice lo mismo con la habitación de los padres de Mia y lo mismo.

No están. Estoy sola, con un ladrón

O un secuestrador

¡No ayudas!

Mi única salvación era Rixon. Es la única habitación a la cual no me he fijado. Así que con cuidado me acerqué a su puerta y toqué. Nadie abrió. Así que tomé la perilla y abrí. Todo estaba oscuro, tenia las cortinas tapando las ventanas. Tal vez no estaba. Miré detenidamente a su cama y vi que había un bulto.

¡Si estaba!

Me acerque y lo llamé

—Rixon

Nada, tal vez si lo hago un poco mas fuerte

—¡Rixon!

Nada, que pesado tiene el sueño

Ya conoces algo de tu futuro marido, querida

¿Que?

Sacudí mi cabeza ante tal invento. Tal vez si me acerco un poco mas y lo remuevo se levante.

Solo un día masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora