7 mi trofeo

77 4 0
                                    

Hermione abre un poco los ojos pero los cierra inmediatamente al percibir la luz colándose entre ellos. Ha dormido tan bien que siente cómo una sonrisa se extiende por su cara, pero quiere dormir un poco más…

Con un gemido de apreciación, abraza un poco más la almohada y vuelve a relajarse. ¿Qué hora será? Tal vez debería levantarse ya…

-Malfoy… -Logra murmurar.

-Qué… -La voz del chico suena extraña… demasiado alta…

-¿Dónde estás…? –Hermione se paraliza y poco a poco abre los ojos, confirmando sus sospechas.

Draco Malfoy no está hablando muy alto, sino que está muy cerca…

El grito de Hermione hace despertar a Draco de pronto, que asustado también la mira.

-¿Qué pa…?

El rubio también se da cuenta. No simplemente están cerca. Están prácticamente el uno encima del otro. Hermione había confundido al chico con su almohada y hasta hacía dos segundos lo abrazaba cariñosamente y él la tenía aprisionada por la cintura, acercándola más aún a él…

Probablemente ha sido por el sueño en el que ella corría por grandes pasillos persiguiendo a Malfoy con un mazo gigante… Seguro que en mitad de la noche, mientras se imaginaba matando al rubio león, el Laccio la ha acercado a él hasta que han acabado en esa posición.

Hermione se tapa la boca con las manos, rehuyendo el contacto con Draco todo lo que puede… Hasta que de pronto se abalanza sobre él.

-Maldito bastardo… ¡Me estabas tocando!

La chica comienza a lanzar manotazos, algunos más y otros menos acertados en el rostro de Draco, que finalmente consigue agarrar las manos de la chica y mantenerlas quietas.

-Ha sido un accidente. Además, tú también me has tocado a mí…

-¡Pero involuntariamente! –Hermione sigue alterada y gritando histérica.

-No creas que lo mío ha sido voluntario… -Con un movimiento firme, Draco se deshace del apretón de la serpiente y la deja caer en la cama. –Voy a ducharme, así que tranquilízate o acabaremos también juntos en la ducha… -Una sonrisa pícara se extiende por su rostro y Hermione, furiosa, agarra un zapato y lo lanza a la cara del Gryffindor… acertando de pleno en el ojo.

Draco lanza un berrido.

-¡Granger!

-No hagas bromitas si no quieres acabar con el otro zapato incrustado en el culo.

El león gime de nuevo al imaginar la escena.

Se suelta el ojo y verifica que no le falta ninguna parte esencial. Respirando hondo, se lanza a la cama, encima de Granger y la sujeta como puede.

-Basta ya, Granger. Estoy empezando a hartarme de ti. –Se pone a horcajadas sobre ella, sujetando sus manos.

-Déjame en paz. ¡Yo no soy la que toquetea a los demás en mitad de la noche!

Hermione se retuerce bajo el peso del chico, intentando liberarse, pero no lo consigue…
Draco fija su mirada en la de ella y siente cómo se mueve bajo él… lo que le provoca una sensación… extraña…

Siente la sangre fluir por cada parte de su cuerpo, cada jodida parte de su cuerpo, y se obliga a recordarse que la chica que tiene debajo esta vez es Hermione Granger, su peor enemiga…

-Suéltame, Draco… -El susurro sale de sus labios tan suavemente que él, durante un segundo, solo puede mirarla apretar los labios dulcemente, sin moverse. –Por favor…

Cambiando Los Papeles [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora