003. EL JURAMENTO DE AMBOS

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Izuku asintió. ―No... Yo no tengo magia... ―recordando las palabras de Yuno, Izuku rápidamente conectó los cables―. Pero... ¿Cómo tienes un poder si no tienes maná, Asta?

Aquel chico apoyó aquel espadón en su hombro, dejando mas atontado a Izuku ya que lo movía como si realmente no fuera una molestia. ―No lo se ―respondió con honestidad―. Cada que saco la espada del grimorio no siento nada extraño. Yuno dice que uno siente su maná convertirse en magia cuando ejecuta un hechizo, pero yo no siento nada extraño al no poseer maná. Es como si sacar la espada del grimorio no me costara magia.

―... ―Izuku, algo avergonzado, apuntó a la boca de Asta―. Sigues con eso en la boca... ―murmuró.

―¿Ah? ―Asta se sacó la nomobatata de la boca y sonrió torpemente―. Lo siento. Es que son demasiado buenas. En especial cuando la hermana Lily los cocina.

Yuno apareció en el marco con tranquilidad. ―¿Que sucedió?

Asta se giró levemente. ―Mi espada salió de mi grimorio y cayó sobre Izuku.

―¿Dices que salió sin tu permiso?

Asta no le vio el problema. ―Cuando enfrenté a ese mago renegado hace unas semanas tambien había salido por su cuenta, ¿No?

―... ―Yuno solo observó de reojo el grimorio de Asta, el cual permanecía en la cama. «Un grimorio de 5 hojas. Así como el grimorio de 4 hojas se dice que trae buena suerte a su portador... se dice que el de 5 alberga demonios. ¿Sera posible que...? ―negó―. No. Asta no es esta poseído. Estoy seguro de eso».

Claro que los demonios no eran algo de lo que normalmente se hablara. Era mas un tabú que otra cosa. Eran casi como los elfos. Todas sus costumbres registradas y formas de magia estaban prohibidas, tanto la de los elfos como la de los demonios.

Sin embargo... ¿Por que el grimorio de Asta actuaba por su cuenta, entonces?

―¿Yuno? ―Izuku le observó con atención―. ¿Que sucede?

―Nada ―respondió con simpleza―. Volveré con los demás.

Asta asintió. ―Tambien yo.

―A-Asta... ―le llamó Izuku, haciendo que este se detenga. Por su parte, Yuno ya se había marchado cerrando la puerta tras de si―. Tu... ¿No tenias algo que decirme? Tu rostro cuando viste la espada sobre mi...

―... ―Asta asintió a la vez que tomaba su grimorio, almacenando su espada dentro de él bajo la mirada del aun fascinado Izuku―. Tu... ¿Sabes por que no tienes magia, Izuku?

Este se le quedó mirando con sorpresa.

Claro estaba. Todo parecía indicar que Asta era el bicho raro de su mundo. Alguien sin magia en un mundo de magia. Obviamente se plantearía muchas cosas al encontrarse con alguien como él.

Pero... Izuku no podía serle honesto. Le consideraría un loco, y no quería eso. Solo negó. ―No... No lo se.

―... ―Asta le observó―. Dijiste que no habías perdido la memoria. Si de verdad recuerdas todo... ¿Eres realmente un civil del Reino del Diamante?

Izuku solo bajó la mirada. Claro que no lo era. ―Si.

Le estaba mintiendo. ―Tu... ¿Tienes familia igual a ti? ¿Personas que no tienen magia?

Izuku asintió. Era una verdad a medias. ―Mi madre y... mi héroe. Ninguno de ellos tiene magia.

Asta se vio enormemente sorprendido.

Pero... en vez de sentir algo de felicidad por saber que no era el único... solo sintió pena y tristeza. No tener magia en un mundo de magia no era algo que le desease a alguien. Ciertamente era difícil, aunque nunca buscó darle mucha importancia.

Dúo Anti-Mágico (BNHAxBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora