—Cassidy, estoy comiendo —dije con la boca llena cuando sonó el teléfono.
—Tienes que hablar con Jason, Hall. Se va a acabar el mes.
—He estado ocupada.
—¿En la fiesta de cumpleaños de James?
—No fue una fiesta, y él también ha estado ocupado.
—Llámalo y dile que tienen que verse hoy, anda.
—No sé que le voy a decir. Le voy a arruinar Noche Buena.
—Ya lo sabrás en ese momento, y así te ahorras su regalo.
—Ya compré los regalos.
—Pues no lo entregas y listo, buena suerte, amiga, te amo.
—Gracias, Cass, te amo más. Saluda a Harry y a tu madre de mi parte.
—Sólo a Harry.
—Okay, adiós.
—Adiós, llámalo.
—Sí.
Después de no poder aplazar más mi conversación con Jason gracias a Cassidy y a que se lo prometí a James, me vi obligada a llamarlo.
—Hall, hola —respondió inmediatamente, como si estuviera esperando la llamada.
—Jay... amm... ¿Estás disponible hoy?
Suspiró —Sí... ya estoy disponible.
—Bien... ah... ¿podemos vernos?
—Sí, claro. ¿Te parece bien encontrarnos en la banca donde nos sentamos el día de nuestra primera cita?
—Claro, ¿nos vemos a las tres?
—Está bien, te veo al rato.
—Hasta al rato.
Colgué y me dejé caer en la cama.
Lamentaba mucho que mamá no estuviera en casa, me sentía terriblemente sola y no quería llamar a nadie más.
No me levanté hasta que dieron las dos.
Me vestí con los mismos jeans de siempre, una blusa vieja, mi abrigo y unas botas.
Salí de la casa cerca de las dos quince, llegaría con unos diez minutos de anticipación.
Por todos lados había familias comprando regalos y riéndose. Todos se veían muy felices, como si se estuvieran riendo de mí porque sabían que yo estaba triste.
—Hola —saludé a Jason cuando llegué—. Es temprano.
—Hola, ya sé —me dio un beso en la mejilla—. Al parecer ambos somos muy impuntuales, pero para llegar temprano.
—Sí —caminé hasta que pude sentarme en la banca, saqué las manos de los bolsillos de mi abrigo y las dejé en mi regazo—. ¿Cómo estás?
—Bien. ¿Y tú?
—Bien.
Se sentó a mi lado y nos quedamos en un silencio muy incómodo.
—Supongo que ya no podía aplazar más esto, ¿verdad? —dijo con tono casual.
—¿Qué?
—Esta conversación tenía que darse antes de año nuevo.
—¿Esta conversación? —repetí como una tonta. Él asintió.
—Creo que ya no estás confundida —me miró y esbozó una sonrisa triste—. No, en realidad estoy seguro de que ya no estás confundida.
—Jay... —empecé pero no logré decir nada más.
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Amores Confusos
Teen FictionLa vida no suele ser fácil, mucho menos en la adolescencia. Hallie tiene que pasar por varias situaciones para descubrirlo. Lo mejor es que nunca está sola, aunque, tal vez, puede estar acompañada de más. Sus problemas pueden no ser catastróficos...