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Todo estaba mal, todo estaba mal.
Todo estaba totalmente destruido y desordenado; la cama, el armario, las paredes rasguñadas, las fotos rotas, hechas pedazos en el suelo lleno de escombros y cristales.
Era tarde, muy tarde, las tres de la madrugada.
Un payaso arrancaba pedazos de sus rizos bruscamente, mientras arañaba su cuerpo con las garras en sus manos, se sentía solo.
Estaba teniendo uno de sus típicos ataques de histeria.
Ya no lo soportaba, no comprendía, ¿por qué siempre ocurría esto?
Por suerte no llegó a su tercera fase, pero no dejaba de lastimarse a sí mismo. Su esposo no estaba ya que había viajado con Sanford, Deimos y 2BDamned a las afueras de Nevada, ya hace varios días no había vuelto.
Tricky estaba exhausto. Sentía su cuerpo cabelludo sangrar sin parar, sus uñas destrozadas de tanto que se pellizcó la piel.
