🥀Algo Extraño🥀

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Enamorarse...

Para Reki, eso nunca tuvo mucho sentido, y siempre le causó curiosidad.

Siempre amó muchas cosas; su madre, sus hermanas, dibujar, el skate, a las aves, los días soleados, la música...
Pero... Nunca había amado a alguien más, a otra persona.

Excluyendo a su familia, claro.

Tal vez por que nunca fue muy cercano con nadie más, nunca necesitó a nadie más, estaba bien, y feliz con su familia, era suficiente, siempre lo fué.

O eso es lo que creía.

Ahora que Langa estaba en su vida, todo eso había cambiado.

Se encontraban en el skate park practicando, aunque en este momento, Reki nada más observaba como su amigo hacia trucos increíbles en las rampas.

La sonrisa que Langa le regalaba cada vez que hacía un truco hacia que su corazón se sacudiera.

El pelirrojo desde la distancia de daba un pulgar arriba y su característica sonrisa, tan llena de vida y calidez.

Lo había estado intentando ignorar durante mucho tiempo, pero era estúpido negarlo mientras su corazón latía rápido cada vez que Langa sonreía o lo tocaba, o simplemente mensionaba su nombre.

Reki amaba a Langa

Y no sólo lo amaba, estaba enamorado de él.

Ah... Mierda... - soltó

Su rostro se sintió caliente, y lo escondió en sus rodillas durante unos segundos, hasta que escuchó como alguien se dirigía corriendo hacia el.

Levantó la cabeza de su escondite, encontrandose con la mirada penetrante y preocupada de esas profundidades celestes

¿Estás bien Reki? Tu rostro está rojo, tal vez tienes fiebre... - dijo preocupado.

Tenía unos ojos preciosos

¿Cómo no enamorarse de Langa cuando era tan perfecto y se preocupaba por él? Ante ese pensamiento sólo se sonrojó más.

Se levantó del césped, su skate bajo la mano.

Estoy bien, solo tengo algo de calor. - respondió sonriendo

Cómo siempre, con una hermosa sonrisa.

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Pasaron un par de semanas desde que Reki se dio cuenta de sus sentimientos. No, realmente, desde que aceptó sus sentimientos.
El siempre lo supo.

Estar cerca de su amigo era un poco difícil, sentía que su corazón en cualquier momento estallaría. Y eso no era algo bueno que digamos.

Ahora mismo se estaba quedando dormido en clase.

No el, como era costumbre, si no Langa.

Reki miraba recostado en su pupitre

El sol entraba desde la ventana, reflejándose en la pálida piel de Langa, probablemente acabaría con su rostro quemado, lo cual no le agradó a Reki, no quería que Langa tuviera que sufrir con quemaduras de rostro.

Se acercó un poco a su amigo, sin llamar mucho la atención, ya que en realidad estaban sentados en parejas, y por casualidad, el y langa quedaron en la misma mesa.

Desde cerca pudo notar las pequeñas y finas hileras de venas moradas en la piel del ojiazul, también tenía una que otra peca, aunque no tantas como Reki.

Sus pestañas también eran celestes, al igual que sus cejas, y obviamente, su cabello.

Sin darse cuenta, se quedó hipnotizado mirando como su amigo dormía almenos por 10 minutos seguidos, observando cada pequeño y mínimo detalle de este mismo.

Vió como el rostro de Langa se arrugó un poco, probablemente estaba soñando

Reki sonrió

Reki... Mi amor... - salió de la boca del peliceleste, aún dormido

El corazón de Reki prácticamente saltó y rebotó en su pecho, podía escuchar sus latidos descontrolados, incluso sentirlos en su garganta y pecho.

Sus mejillas estaban calientes, su estómago también.

Por el skateboarding es gracias a ti... - terminó la frase el peliceleste

Reki miró confundido, y ciertamente, desilusionado.

Estúpido Langa... - dijo para sí mismo al alejarse, mientras hacía un puchero y ponía su mano sobre su corazón, como si eso fuera a disminuir su frecuencia cardíaca.

Unos segundos después sintió un dolor leve y extraño en su pecho, y pronto en su garganta, aunque no dolía mucho, era una sensación extraña, y cuando menos, molesta.

Tenía ganas de toser, y no quería interrumpir la clase, aunque no estuviera poniendo atención, eso sería irrespetuoso para sus compañeros.

Levantó la mano y señaló hacia la puerta

Aunque eso no era algo muy claro, Reki siempre pedía ir al baño de esa manera. Así que cuando el profesor asintió se levantó de su asiento y fue al baño.

Una vez ahí, empezó a toser, y dejar que su garganta expulsara lo que sea que estaba molestando.

Sentía algo extraño, finalmente, logró toser algo entre sus manos.

Era muy pequeño, menos del tamaño de una uña.

Reki no tenía idea de lo que eso era, supuso en en algún momento sin darse cuenta, se habrá comido lo que quiera que sea esa cosa.

Por suerte, esa sensación molesta en su garganta desapareció, así que entendió que ese cuerpo extraño era lo que causaba su molestia.

Sin más, lo tiró a la basura.

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🥀Bloom ~ Renga/Lanki [Hanaki] 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora