🥀Solo🥀

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Salió de la casa de Reki, honestamente no le importo como Masae lo miró preocupada y las hermanitas de Reki se quedaron calladas cuando lo vieron.

Nisiquiera se dio cuenta de mucho.

Pasó por la puerta, y caminó. Lo único que sabía y era consciente era que por su rostro caían lágrimas sin parar.

Estaba en otro lugar ahora mismo, su cabeza no estaba en un buen sitio.

Estaba tan distraído de que se dio cuenta de que no traía zapatos puestos solo hasta que ya estaba enfrente de su casa. Y en algún punto de el trayecto de casa de Reki a la suya, había empezado a llover y había dejado de llorar. Aunque eso no significaba que por dentro todo estuviera... Paralizado.

La manera correcta de explicarlo era esa, paralizado, todos sus pensamientos, todos sus sentimientos, todo dentro de él fue paralizado, incluso sintió como si sus órganos, su corazón, sus pulmones, su cerebro, sus piernas, sus brazos... Como si todos hubieran dejado de funcionar.

Pero toda esa extraña reacción se derrumbó en el momento en que su madre abrió la puerta de la casa.

Ella lo miró de arriba a abajo.

Y todo empezó a moverse dentro de él otra vez.

Quizá cómo un niño pequeño que se caía y se golpeaba en la escuela, y cuando su madre iba a recogerlo por algún motivo inexplicable las lágrimas salían, sin poder hacer mucho para retenerlas.

Así se sintió, al ver a su madre las lágrimas volvieron a correr por sus mejillas y sintió como si todo dentro de él estuviera en carne viva, sus pulmones, su corazón, su cabeza, todo dolía, todo estaba entumecido y palpitante. Un remolino dentro de sí, uno que no era capaz de controlar, capaz de apagar, o capaz de ignorar.

Hizo algo que jamás pensó que llegaría a hacer, pero se dio cuenta de ello hasta que lo había hecho.

Se tiró a los brazos de su madre, enterrando su rostro en su hombro buscando refugio, buscando consuelo. Y aún así nada se sentía mejor, empeoraba a cada segundo que pasaba y no podía hacer nada para detener ese sentimiento. Se aferró más fuerte a lo único que tenía, su madre, y trató con todas sus fuerzas de detener esto, detener ese horrible dolor en su pecho, esa desesperación, confusión. Pero nada.

El momento en que su madre cerró la puerta y arrastró a ambos aún con Langa abrazándola hacia adentro de la casa fue borroso, y recobró el 100% de su conciencia cuando se encontraban sentados en el sillón. El escuchaba como su madre hablaba, pero se escuchaba lejano, como si estuviera en una abitacion aparte, o en lo más profundo de él oceano mientras ella gritaba desde la superficie.

No podía parar de llorar, no podía hacerlo, tanto que ya nisiquiera podía respirar. El aire empezaba a faltar, y su cuerpo temblaba, no sabía su por el frío, la lluvia, o Reki.

Empezaba a ver todo borroso, solo podía escuchar sus propios sollosos ahogados y entrecortados.

R-Reki... Mamá... R-reki... El... - trató de tomar más aire pero no podía, no pasaba por su garganta, el nudo que tenía atorado era más resistente impidiendo el paso de el aire. No podía respirar.

No podía... No podía respirar. No podía. No podía. No podía. Le faltaba el aire. Le faltaba... No podía...

Sintió una bofetada.

Todo se volvió a detener por un segundo, mientras sus ojos se dirigieron grandes mirando a su madre, la cual tenía un rostro de preocupación.

¿Langa? ¿Ahora puedes escucharme? - preguntó temblorosa.

🥀Bloom ~ Renga/Lanki [Hanaki] 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora