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Todo Va a Cambiar

PROV KATNISS.

 “-y Peeta Mellark- respondo antes de que guarde la libreta y ya no haya marcha atrás.”

-Con este último chico, que creo que debe ser alguien muy importante para usted para protegerlo de esta manera- no digo nada al respecto para que no llegue a usarlo en mi contra –Bueno fue un placer hacer negocios con usted y recuerde una cosa “Usted hará lo que sea que le pida como si fuera una vencedora más”-dice tendiéndome la mano para dar por cerrado el trato.

Me levanto de la silla en donde estaba, para después tenderle la mano, sin decir ninguna palabra ya que no quiero decir nada estúpido y termine perdiendo todos los beneficios que se me acaban de otorgar.

Después me retiro y salgo de la dirección para percatarme de que las clases ya terminaron, al parecer hace un par de horas.

Siento el peso de las monedas colgando de mi pantalón, me siento mal porque con esto podría alimentar a varias familias de la veta, pero sé que no lo aceptarían o cualquier cosa por el estilo, así que mejor voy al quemador para comprar todo lo que nos falta en la casa y así ayudar a los vendedores del mismo.

Lo que reconforta es que a los que no pueda ayudar directamente lo voy a hacer cuando entreguen las despensas a todos en el distrito.

Cuando llego al quemador a todos los que le compro se quedan extrañados ya que saben que la cerca esta electrificada, por lo tanto no puedo ir a cazar, y tampoco hay ningún trabajo disponible, y lo más raro de todo es que tenga dinero de un día para otro, pero nadie dice nada, por lo que prácticamente paso por todos los puestos a comprar algo.

Compro café, lana, semillas, frutas verduras, medicamentos nuevos ya que mi mamá y Prim no tienen con que trabajar, también compro un listón para el cabello y tela para que mi madre pueda hacerle unos vestidos a Prim, a ella le compro un cepillo para el cabello ya que el que tiene ya está muy gastado, y hasta un cascabel para el zarrapastroso de Buttercup, entre otras cosas más.

 Luego voy a la carnicería para comprar algo para poder cenar un estofado, mal dulcería por algunos dulces para Prim.

Cuando llego a la casa con todas las bolsas en las manos mi madre y Prim, me ayudan a llevarlas a la cocina mientras se sorprenden, por todo el contenido que hay en ellas, entre las tres acomodamos las cosas, sin decir nada.

Prim encantada toma el listón para el cabello y se acerca a mi madre para que se lo coloque, y corta un trozo para, poner el cascabel y atárselo a Buttercup en el cuello, este me mira y suelta un bufido, como si supiera que yo soy la responsable de eso.

Después de preparar y comer la cena, mientras recojo los platos y los limpio, mi madre decide por fin hablar.

-¿De dónde sacaste dinero para comprar todo esto? ¿Acaso aceptaste….-  se lo que está por preguntar incluso antes de que lo termine por lo que la interrumpo.

-No mamá no hice eso, si no otra cosa pero será mejor que lo hablemos sentadas ya que es una historia algo larga y no se como la vayas a tomar- digo señalando el comedor, Prim se nos une ya que ella también tiene  derecho a saberlo.