Lia no puede negar sus sentimientos.
Ella ha intentado negar todo, incluso las llamadas de Yeji durante una semana, pero sabe que no puede hacerlo. Lo entiende porque cada vez que piensa en esos pequeños ojos afilados su corazón se remueve y siente una sensación en su vientre. Una sonrisa se posa en sus labios.
Yeji era sencilla. Tierna. Incluso tenía un toque de inocencia que contagiaba a Jisu, pero por sobre todo, Yeji era buena.
Una persona desinteresada que llegó a cambiar las monótonas piezas en la vida de la castaña. Rio, sonrió, habló e hizo buenos recuerdos que hace bastante tiempos parecían lejanos. Se dio cuenta que con Soobin hubo muchas falencias, demasiadas. Con ella fue diferente desde el primer minuto en que sus ojos se encontraron.
Entonces no puede soportarlo más.
Camina cuidadosamente. Ella está en un barrio de comida callejera, con la multitud a flor de piel y el increíble humo combinado de los olores gastronómicos más extravagantes. Se adentra un poco más, sobrepasando a la gente y la atmosfera cambia a un olor más dulce y divisa gente más joven de la que había detrás suyo. También la ve a ella a unos metros.
El campo de visión muestra a Yeji y Lia ya entiende el gusto cómodo y holgado de la ropa que trae puesta. La monólida está parada delante de una extensa pared de vidrio, sus ojos abiertos y su boca entreabierta mientras mira lo que parece ser la elaboración de un dulce.
Lia sonríe inconscientemente.
Cuando está al lado de la más alta, toca suavemente el brazo izquierdo de ella, asustándola un poco. Una sonrisa se curva en los labios de Yeji.
– Pensé que no vendrías...–murmuró Yeji. La contraria se permite soltar una risa.
– ¿Por qué? Yo te invite a salir de todos modos.
– Bueno... –Yeji se soba levemente su nuca–. Eso... eso que paso.
– Está bien. –sin querer, toma los dos brazos de Yeji, poseyéndola entre sus manos– ¿Fue un beso, no?
– ¿Q–quieres que sea un beso? –la castaña nota la emoción en la voz de Yeji aunque lo intenta disimular y eso, la hace desfallecer de ternura.
– ¿Tú no? –Jisu contraataca con una sonrisa.
– Yo... Sí... Es decir, claro, lo que se– lo que tú pienses –ella se comienza a trabajar con sus palabras–, quiero decir que para mí eso si es... Bueno, no sé para ti–y antes de que Yeji termine de hablar, Jisu le da un corto piquito en la comisura de los labios y, Yeji, cree que ha tocado el cielo una vez más.
– ¿Quieres barba de dragón? –pregunta la más baja una vez se separa de la peli naranja. Ella la mira asombrada pero vuelve a recobrar el sentido cuando Lia se gira para esperar su respuesta, entonces asiente con su cabeza.
Lia le pide al señor el dulce y el amablemente no sólo comienza a hacerlo, sino, además explica cuidadosamente cada paso. Era la magia de un barrio de comida callejera, la esencia es vívida en todos los sentidos posibles.
Toma entre sus manos el azúcar y con la maicena la moldea rápidamente para darle forma realizándole un hueco en el medio. Entonces comienza, como si fuera a amasar un pan, a darle una forma más delgada y liviana a ese pequeño círculo blanco y dulce entre las manos. La técnica es muy buena, porque Yeji está ensimismada mirando y siguiendo las rápidas acciones del repostero y Jisu piensa que esas manos son realmente muy hábiles.

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𝐏𝐈𝐀𝐍𝐈𝐒𝐓 | [yejisu - mini fanfic]
FanfictionYeji es una genia de la música, con un talento innato para tocar el piano, pero termina trabajando en una fábrica de pianos en lugar de finalizar sus estudios. Por otro lado está Jisu, ella es una maestra de la escuela primaria que prendió a tocar p...