No fue mucho tiempo. Tan sólo dos días después, Jisu alias Lia, se comunicó con Yeji nuevamente, así que esta última salió disparada del taller para ir a buscar el piano.
No vamos a dejar la pequeña emoción de la monólida, a pesar de que tenía el número de la castaña, se rehusaba a insistir si quería sus servicios para seguir arreglando pianos, por más que la contraria se lo comentó. Yeji tenía dignidad, pero también ansiedad. Vivió estos días mirando su celular esperando esa especial llamada para arreglar aquel "viejo piano".
Y en cuanto escuchó la cálida voz de Lia en la otra línea de la llamada, una sonrisa tonta se posó en sus labios y con vago "Sí" (Jisu ya creía que realmente era una chica de pocas palabras, cosa que era cierto, pero también es por lo anonada que está últimamente) le gritó a Ryujin que estaba a cargo del taller y que volvía más tarde.
Pobre Ryujin, tanto que ha sufrido.
Ahora no iba a ser la excepción.
– ¡Definitivamente estás loca! –gritó Ryujin mientras rodeaba el piano que recientemente había descargado junto a la peli naranja de la camioneta– Déjame decirte, que ni tu padre se esmeraría en arreglar esta cosa... Porque ¡No se puede arreglar!
– Creo que sólo tenemos que cambiarlo un poco y quedará bonito.
– ¿B–bonito? ¿Está cosa vieja que se desarma? –apuntó al piano con su dedo, mirándola atónita– ¡¿Cómo va a quedar bonito está cosa que a nadie le importó?! –intentó patear la parte baja del piano, pero Yeji puso rápidamente un brazo en su abdomen, alejándola.
– Uhm...–apoyó su brazo izquierdo en la parte superior del pianoforte– Hay que cambiar las tapas y las cubiertas–siguió analizando el objeto–, el martillo y algunas teclas también deben ser reemplazadas... Y, claro, debemos afinarlo y quizá, sea necesario cambiar el pedal.
– ¡Literalmente vas a construir una cosa nueva! –se quejó Ryujin– ¿Qué hay aquí para salvar? ¡Nada!
Yeji miró a Ryujin y no pudo evitar soltar una pequeña carcajada por las quejas de la menor. Claro, ese trabajo era tanto como de Yeji y la contraria y lo que menos quería la rubia, era seguir cargando más trabajos.
– Exagerada –le dio un suave golpe en el brazo y se dispuso a buscar los materiales para trabajar– deja de quejarte, como si no te pagara–le gritó mientras seguía caminando.
[...]
– Bueno, por lo menos ya cambié el martillo y las teclas –pasó el antebrazo por su frente, intentado quitar algunas pequeñas gotas de sudor que se asomaba.
Eran las cuatro de la tarde, Ryujin se había ido hace algunas horas y tan sólo habían pasado tres días desde que recibió el piano.
Intentaba no ser insistente o quizá, obsesionada con Lia. Hoy por primera vez y con una iniciativa propia forzada por la gran vergüenza y timidez que sentía, le envió un mensaje de texto reportándole el estado de su piano. Luego se quiso tirar desde un edificio de treinta pisos cuando Jisu le envió un ":)" y posteriormente un "Gracias".
¿Tan patética era? La verdad es que Yeji nunca tuvo alguna relación amorosa duradera o algo significativo. Su corazón si revoloteó por algunas personas, pero fue tan pasajero, que desistía de ese imposible amor.

ESTÁS LEYENDO
𝐏𝐈𝐀𝐍𝐈𝐒𝐓 | [yejisu - mini fanfic]
Hayran KurguYeji es una genia de la música, con un talento innato para tocar el piano, pero termina trabajando en una fábrica de pianos en lugar de finalizar sus estudios. Por otro lado está Jisu, ella es una maestra de la escuela primaria que prendió a tocar p...