VIII. La última página...

208 28 0
                                    


Jisu lamente haberle roto el corazón a Yeji.

Pensó ingenuamente que lidiar con el sentimiento de amor y culpa sería tan fugaz como las estrellas, pero permanece allí, incrustado en su corazón.

El teléfono sigue sonando de vez en cuando, su nombre aún aparece, quedándose largo segundos iluminando la pantalla, pero luego de un tiempo, sobre exigiéndose a sí misma no tomar el impulso y contestar, ésta vuelve a negro como si el celular nunca sonó.

Ella sostiene el collar que cuelga de su cuello. No es un collar. Es una cadena de plata que alberga un anillo del mismo metal. Yeji se lo dio aquel día y se rehúsa a sacárselo. Ese anillo representa el único simbolismo que queda del maltratado amor de dos personas.

Jisu lamenta haberle roto el corazón a Yeji.

Sabe que llegó a la vida de ella para causarle expectativas. La abandonó en una completa encrucijada sobre su futuro. Soñar en grande... Y dejar de ser una persona promedio. Jisu está segura de que ella fue la actora principal en hacer vivir las palabras que tenía sobre su padre. Y lo único que hizo, fue marcharse, dejándola sola y sin guía en un camino en la cuál ella la adentró.

Jisu realmente lamenta haberle roto el corazón a Yeji... Pero ella no quiere ser tampoco una persona promedio.

Después de todo, quizá... solo quizá, Joohyun tenía razón.

Se pregunta cuanto va a durar este sufrimiento. Por lo menos, está a punto de salir de un dolor de cabeza, que ya ni siquiera le importa.

- ¿Muchas cosas que llevar? -la voz lejana de Soobin retumba en sus tímpanos. Vuelve acercar el teléfono para escuchar mejor.

- No, no tantas. -respondió Jisu, sin muchas ganas.

- ¿Quieres que te vaya a buscar? -él es siempre atento y cariñoso. Jisu comienza a detestarlo, no por su apreciable amor, claro que no. Ella siente que ni siquiera se lo merece.

- No. No te preocupes, Soobin-ssi.

- Está bien. -puede jurar que él sonríe al otro lado de la línea telefónica-. Entonces nos vemos hoy. ¡Tengo muchas cosas que decirte, amor!

Ella odia que de sus labios salga esa palabra, pero lo reprime. Es su culpa. ¿No?

La llamada se corta y Jisu deja soltar un pesado suspiro. Los días se hacen cada vez más difíciles y eternos. No tiene opción: ella eligió esto.

Termina de colocar las últimas libretas olvidadas en su caja, ordenadas uniformemente y lo cierra. Es la última caja y ya no hay absolutamente ningún rastro de la profesora Choi Jisu por ese colegio. Se va, como lo dijo tantas veces Nayeon.

Y Nayeon no lo decía porque quería que realmente se marchara. Nayeon conoció a Jisu la primera vez que una pequeña Choi de once años ganó el concurso Anual de Chopin. Ella sabía que sería una estrella, por eso se sorprendió, cuando entre tanto currículums de docentes, aparecía el nombre de Jisu allí... Por eso se sorprendió cuando muchos apoderados se quejaban de ella.

Nayeon solo quería que volviera a renacer, pero nunca sucedió.

Jisu pensaba que podía volver a renacer, pero no sucede. Es entonces cuando se da cuenta que elige inconscientemente lo promedio: resignarse. ¡Eso es lo que hizo eso ella! Se resignó, con Yeji, con su trabajo. Está bien que no sea una icónica pianista, pero ser profesora de piano no la hace menos que otra persona. Está bien que Yeji arregle pianos en una olvidaba fábrica llena de polvo y eso no la hace menos que Soobin en uno de los hospitales más prestigiosos de Seúl: porque Soobin es pésimo arreglando pianos y Yeji no sabe para que existe un electrocardiógrafo. No eran personas promedios, eran personas que trabajan por lo que querían, por lo que los hace feliz.

𝐏𝐈𝐀𝐍𝐈𝐒𝐓 | [yejisu - mini fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora