kiss me ★ chanho, banginho

five

— ¡honnie! —habló chan, moviendo su mano de un lado a otro, llamando la atención del aludido en cuanto vio a su mejor amigo acercarse a él con una gran sonrisa.

— chris. —saludó sonriendo.

ambos jóvenes habían decidido ir a la plaza que les quedaba cerca para pasar el rato y probar los helados de la nueva heladería que recientemente había sido abierta.

cuando el pelinaranja llegó junto a su amigo, emprendieron su camino al local mientras charlaban de cualquiera cosa, a veces riendo.

al llegar se acercaron a la chica que atendía de cabellos rubios quien mascaba chicle, parecía desinteresada en su trabajo pues su mirada lucía cansada. pidieron los helados que comerían y se dirigieron a una mesa vacía dentro del lugar.

algunas veces se quedaban en silencio, pues los dos comían de sus helados y en otras sacaban algún tema de plática.

— por cierto, —comenzó chan, mientras le daba otra lamida al alimento. — felix me invitó a la fiesta de su amigo jaemin así que quería saber si quisieras ir conmigo. —dejó de comer para mirar al coreano.

— no lo sé. —hizo una mueca. — sabes que no bebo y a ninguno nos gusta ir a fiestas. —dijo, tratando de excusarse.

— ya sé, tonto. —rodeó los ojos divertido. —no te voy a pedir que bebas, porque ni siquiera es obligatorio pero podemos intentar algo nuevo. —se encogió de hombros y mordió la galleta del helado.

— de acuerdo.

chan sonrió y le agradeció.

ღ

ésa misma noche, un amigo de felix los había llevado hasta la casa de jaemin. chan no recordaba el nombre del chico pero lo había visto antes, pues a veces iba con ellos en el recreo a charlar un poco con el peligris.

el camino a la casa del anfitrión, fue algo largo, sin embargo hablaron un poco y ni siquiera se dieron cuenta del trayecto a su destino.

al llegar, todos bajaron de la furgoneta, y notaron que en realidad no era una gran fiesta. no se escuchaba la música tan alto y no había gente fuera de la casa. supusieron que el dueño había invitado a sólo unos amigos.

entraron y no se equivocaron, pues en realidad no había mucha gente.

chan y minho no conocían a muchas personas de ahí en realidad. por lo que decidieron que se quedarían juntos.

ambos amigos se dirigieron a la cocina a robar un poco de comida y algo de tomar. incluso se quedaron ahí un largo rato hasta que seungmin les habló.

se habían reunido todos en la sala de estar, se encontraban sentados en forma de circulo. 

— ¿tenemos que quedarnos aquí? —susurró minho al australiano.

— juguemos un rato. —contestó mirando al menor, este le dio una mirada asesina pero aceptó. 

estaban jugando a la botella.

dio incontables vueltas, tenías que cumplir el reto o debías tomar un shot. el pelinaranja había perdido la cuenta de los que llevaba.

— podemos irnos si quieres. —sugirió chan, hablándole al oído.

— estoy bien. —mintió, pues la cabeza comenzaba a darle vueltas pero no importaba.