Capítulo 5

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Luego de que ambos analizamos lo que había pasado llegamos a un acuerdo o un "pacto". Ninguno de los dos diríamos nada, íbamos a actuar como si nada pasara y en el próximo entrenamiento haríamos una escena muy dramática para que todos se enteraran, luego pensamos que sería muy malo de nuestra parte humillar a ambos de esa manera, no era algo que nos caracterizara ni a Diego ni a mi, por lo que cambiamos el plan y yo sería quien traería a este mismo restaurante a Cordova y Diego a Karen para entonces decírselos en privado, en algo más íntimo. También decidimos que sería en una semana porque en dos semanas es la boda de Raúl y no pensaba ir a una reunión más con alguien que me vio la cara.
Una vez que llegamos a ese acuerdo nos despedimos y cada quien tomó su rumbo, debo decir que cuando entré a casa y subí a mi cuarto exploté, no me contuve y lloré todo lo que tenía que llorar hasta quedarme dormida.

Cuando desperté tenía los ojos hinchados y estoy segura que una mosca lucía mejores ojos que los míos, definitivamente no podía salir a ningún lado así, pero no tenía pretexto para no ver a Cordova o que mi papá me viera así, por lo que mi excusa fue "tengo una alergia" que si creyeron porque mi cara de verdad se veía mal.

Como mencioné antes no vi a "mi novio" y para ser honesta no sé cómo lo veré después, como podré ver a la persona que más amaba, en la que más confiaba y al ser más especial en mi vida si ya sabía que había estado con otra persona. El recordar lo que me contó Diego me hacía volver a llorar e incluso en un arranque de locura dude de lo que me había contado, pensé qué tal vez era una broma o que él quería que terminara con Sebastián porque le caía mal, quizás solo estaba mintiendo porque le dolió que su novia lo engañara y con uno de sus amigos, pero después pensé que si fuera mentira no hubiera accedido a reclamarles a ambos frente a frente, tal vez hubiera usado pretextos para no hacerlo porque sabía que era falso.

También pensaba en Diego, pero no de la manera que creen, yo pensaba en que él estaría entrenando con la persona que lo engañaron, estaría fingiendo no saber nada al estar frente a él, le seguían mintiendo en la cara porque ni Kevin ni Karen le habían dicho algo al respecto. Ahí es donde me doy cuenta que cuando tienes problemas y piensas en los demás te das cuenta que a veces ellos tienen peores y siguen adelante, usando de inspiración a Diego, me levanté de la cama para salir a dar un paseo y distraerme con mis amigos, obviamente a ellas les contaría todo pero les pediría que no dijeran nada.

Esposas 💖

Niñas, las necesito ¿están entrenando? :( <<

>>Jana creo que si está en entrenamiento pero yo no ¿Qué pasó?

Es que quiero que estén las dos, hay que ir a recoger a Jana ¿a qué hora acaba su entrenamiento? <<

>>Ya casi salgo niñas, como en quince minutos estoy afuera, las espero

Las veo ♥️<<

Subí a mi auto y pasé por Nailea a su casa
—¿Qué te pasó? Tienes los ojos hinchados y quieres hablar con nosotras –Me decía mientras se acomodaba el cinturón de seguridad
—Ahorita que lleguemos con Jana te juro que te digo, mientras no, no quiero repetirlo más veces –Le decía mientras manejaba
—Siento que es algo de Sebastián, pero está bien, esperemos a Jana –Dijo

Íbamos en camino y puso la canción "Dueles" de Jesse&Joy y como era de esperarse mi corazón se hizo chiquito y las lágrimas hicieron presencia en mis ojos, Nailea al darse cuenta no dijo nada, solo quitó la canción y puso algo más movido, pero las lágrimas no desaparecían y ella se notaba curiosa hasta que decidido hablar

—Supongo que terminaron... no te voy a insistir que me cuentes ahora, pero no me gusta verte llorar, además de ir vienes manejando y si lloras no ves bien y si no ves bien nos podemos ir a estrellar y yo no quiero morir tan joven –Eso último me dio mucha risa y alegró un poco mi momento de tristeza
—Ya llegamos, hay que esperarla –Le dije —Créeme que si quisiera que murieras ya te hubiera dejado mi coche, pero no quiero eso, no aún –Siempre le recordaba que maneja muy mal y eso me hacía gracia
Justo estábamos riendo por lo mal que maneja Nailea cuando salió Jana aún sin bañarse, se veía muy apurada, corrió al auto y subió en la parte de atrás
—Ahora si, ¿qué pasó? Perdón por tardar en salir ¿están bien? –Hablaba mientras acomodaba su maleta y cuando levantó la cara y me vio hizo un gesto raro —¿que te pasó? ¿Por qué lloraste? ¿estas bien? ¿Quieres un dulce? –parecía mamá preocupada por su hija
—Necesito que nos vayamos ya, podemos ir a un lugar solo ¿conocen alguno?
—Si, te pongo el mapa –Dijo Jana
En el camino ninguna pregunto nada, eso me agradaba. Ellas sabían cuándo hablar y cuando darme silencio, en el camino íbamos escuchando a Bad Bunny porque era el cantante favorito de Jana y tomó el control de la bocina.
Cuando la dirección marcaba que habíamos llegado noté que de verdad era solo, era una montaña con montañas pequeñas, la vista era hermosa y no había nada de gente, las tres bajamos y nos subimos a una montaña para sentarnos

—¿Es bonito, no? –Dijo Jana y Nailea y yo solo asentimos —Aquí vengo cuando estoy triste o enojada y grito hasta cansarme, me libera. Deberían intentarlo

Las tres gritamos hasta que ardió la garganta y mientras gritaba se me salieron las lágrimas. Ya no aguantaba más

—Sebastián me engañó –Les dije casi susurrando y ambas voltearon de inmediato, claramente me habían escuchado
—¿Qué te hizo qué? –Decía Nailea muy sorprendida
—¿Cómo lo supiste? –Preguntó Jana
—Diego me lo dijo, él lo vio en el viaje de la selección
—Pero por qué no te había dicho antes
—Dijo que le pidió que me dijera y Sebastián le mintió diciéndole que lo había perdonado y ayer nos encontramos por casualidad y salió el tema de las infidelidades, entonces fue cuando me lo dijo
—¿Le dijiste lo de...? –Dijo Jana volteando a ver a Nailea
—Espero que si, ninguno merecía lo qué pasó –Dijo Nailea con ojos llorosos
—Si, se lo dije y ambos analizamos la situación
—¿Ya le dijiste a Sebastián? –preguntó Jana
—No, el viernes le dire que lo invito a cenar, lo llevaré a un restaurante reservado y entonces llegará Diego con Karen y ahí los dos les diremos
—Malvados! ¿Sus cabecitas pacíficas planearon eso? –Dijo Jana en tono burlón
—Él no merece que Maca sea pacífica, ni ella merece que Diego lo sea –Nailea opinó
—En fin, eso les quería contar, por eso estoy así
—Yo opino que lo golpeemos –Jana siempre quería pegarle a todos
—Tal vez tú no lo hagas, pero Memo, Raúl, Edson y Miguel seguro si –decía Nailea
—No, a ellos solo les diré que terminamos porque ya no quería una relación
—Si, obvio te van a creer porque parecía que no lo querías y no subías fotos con el, no estaban todo el día juntos y no se soportaban ¿no? –el sarcasmo de Jana era notable
—Bueno, ya veré qué pretexto pongo

Estuvimos en esas montañas un buen rato hasta que oscureció y fuimos a cenar algo, ni siquiera habíamos comido por estar platicando. Jana nos invitó a dormir a su casa con su hermana y las cuatro nos divertimos, me ayudaron a distraerme de lo que estaba pasando.

Definitivamente no sé qué haría sin estas dos locas.

La hija del entrenador &lt;Diego Lainez&gt;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora