Capítulo 9

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—¿Sucedió algo? —le pregunté con la respiración acelerada.

Necesitamos hablar. —me dijo mientras le pasaba el seguro a la puerta.

Esto no era nada bueno.

—¿Por qué has cerrado la puerta?

—Para tener privacidad.

—¿De qué necesitamos hablar?

—De lo que estás haciendo en estos momentos.

—No sé de qué estás hablando. —le dije haciéndome la desentendida.

—Crees que no sé lo que está sucediendo. Viniste al baño para quitarte el vibrador.

Se quedó mirándome fijamente. Y entonces hizo girar el anillo. Cerré los ojos y me agarré de la pared.

—Por favor, márchate. Alguien puede vernos juntos.

—Por eso no tienes que preocuparte, todos saben que entré aquí.

—¡Que!

—Relájate Lex, le dije a mi madre que necesitaba discutir algo contigo.

—¿Y ella que te dijo?

—Que no formara un escándalo.

—Así que decidiste "discutir" en el baño.

—Precisamente. —dijo acercándose hacia donde yo estaba.

—¿Algo en particular que quieras discutir? —le pregunté mientras el se acercaba peligrosamente en mi dirección.

Me acorraló contra la pared del baño, sin tocarme, solamente su cuerpo contra el mío. Su nariz casi rozando la mía, sus ojos mirándome fijamente.

—Comencemos por tu desobediencia. —me susurró.

—¿Desobediencia? —le pregunté enarcando una ceja.

—Sí. ¿Por qué te lo ibas a quitar?

—Porque no puedo soportarlo más Cassey. Tu no sabes lo que es tratar de concentrarse en algo y no poder hacerlo al mismo tiempo.

—Si lo sé.

—¿De veras? —inquirí con curiosidad.

—Sí. Siempre que estás a mi lado en él set, me es imposible concentrarme del todo, por eso a veces cometo alguna estupidez. —me dijo mientras subía una mano hacia mi rostro y acariciaba un mechón de pelo de mi rostro.

—No te he visto equivocarte en ninguna de las escenas que hemos filmado.

—Se te olvida lo que hice en la escena anterior a esta que estamos filmando. —soltó el mechón de pelo y deslizó ahora un dedo por mis labios.

—¿Pensaba que habías modificado el guión?

—No precisamente, olvidé lo que tenía que hacer o decir, así que me puse creativo. —me dijo con una sonrisa lasciva.

—¿Improvisaste?

—Sí. No te he contado el sermón que me dio mi madre después por teléfono. —bajó la mano hacia mi cuello y la colocó allí mientras continuaba acariciándome.

Su cercanía, en conjunto con sus leves caricias y el vibrador aún en mi interior estaban llevándome al borde del abismo.

Subió su otra mano hacia mi cuello y la deslizó desde allí pasando por mi hombro y recorriendo ligeramente, sin apenas tocarme casi, todo el brazo. Su contacto enviaba alertas a mi cerebro que decidí ignorar mientras cerraba los ojos. Su mano continuó bajando por el costado de mi cuerpo.

Solo©  ✔️(+18)#2 Solo Un ToqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora