Race to Hapiness. ~Larry Stylinson~

Capítulo 3: "La misma noche, el mismo lugar."

 Corría. Sólo corría, con todas sus fuerzas y sin algún destino en particular.

 Después de la confesión de April, Louis echó a correr desesperadamente, como si se estuviera alejando de todos sus problemas, aunque sabía que eso no era posible, pero al menos le parecía que lo aliviaba y para él eso estaba bien.

 Se sentía mal por April, se sentía culpable por haberla dejado allí sola, pero más culpa sentía por permitir que ella se enamorara de él. Y se sentía muy estúpido por no haberse dado cuenta. Su cabeza pensaba miles de cosas, recordaba cada momento pasado con ella y ahora podría decirse que le encontraba sentido a cada uno de ellos.

  Recordó la vez en que April había curado sus heridas después de una pelea en la que se había involucrado por culpa de Zayn para luego obligarlo a quedarse a dormir en su casa porque "su madre no podía verlo así". También recordó todas las veces en que April se quedó con él hasta muy tarde ayudándolo con algunas tareas de la casa. Cuando le prestó dinero. Cuando le pasó todas las respuestas en el examen final del secundario... Y se sentía muy usado. Por más que tratara de pensar que April era su amiga no podía. Su mente sólo le decía que aquellos favores fueron por algo más que amistad. Y le dolía, mucho.  

 Louis paró de correr en cuanto sintió sus piernas tambalearse. Se agachó poniendo las manos en sus rodillas para poder tomar un respiro. Observó donde se encontraba y recordó que aún tenía que encontrarse con Zayn, así que comenzó a caminar despacio unas cuantas cuadras más y se topó con la casa de su amigo. Llamó un par de veces a la puerta para luego ver al joven salir de un salto por la ventana. 

 -¿¡Qué carajos, Zayn?!- exclama Louis al notar el aspecto del muchacho. Lleva el cabello revuelto, su ropa está sucia y al parecer ha perdido un zapato.

- No fue fácil conseguirte un auto, amigo. Tuve que entrar y tomar las llaves de la casa de mi tío.-habla y alza las llaves agitándolas en el aire.- Sólo las tomé prestadas sin avisarle, no es nada. - dice al ver la expresión en el rostro de Louis, como si estuviera pensando en algo ilegal.

-Ya. No voy a decir nada al respecto. Sólo vamonos, ¿si?.- Él no estaba de humor cómo para hablarle a su amigo acerca de lo que debía o no hacer. 

-¿A ti que mierda te pasó?- pregunta el pelinegro.

-Es April. Te cuento luego, no quiero hablar ahora.-responde tranquilamente. Zayn asiente y corre a buscar algo de ropa decente para lo siguiente.

Ya casi era hora de una de las carreras más importantes de la vida de Louis.

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 Diablos. Eso si que fue aburrido. Bastó sólo una sonrisa falsa para demostrarle al agente que trabajar con él sería un buen negocio.

 En la aburrida reunión se habló bastante sobre los proyectos para ese año. Harry -quién se pasó toda la hora observando cuadros en las paredes- ahora se encontraba esperando a que Liam le trajera su auto, ya que no quería volver en una limusina junto a su madre y su representante hablando alegremente sobre qué cosas vergonzosas tendría que hacer él para ganarse más fans, tener más portadas en revistas, más patrocinadores... En sí, más dinero. A él obviamente le gustaba tener todo lo que deseaba -o que pudiera desear- pero aunque sus padres lo hubieran formado como una persona ambiciosa, en él fondo él sabía perfectamente que corría porque amaba las carreras, y no lo hacía sólo por una ser una fuente interminable de dinero. 

 Liam llega al edificio y tras una llamada le informa a su amigo que ya se encuentra allí. Harry, tratando de taparse lo más posible, llega hasta la puerta del vehículo estacionado justo al cordón de la vereda. Trata de evitar a los paparazzis que ya se encuentran rondando el lugar, al parecer alguien esparció la información de que se encontraba por allí y éstos ya estaban instalados por toda la manzana esperando ver a la joven estrella y tomarle muchas fotos.