𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 1

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"Secretos"

Danae soltó un suspiro tembloroso mientras su espalda se recargaba en la pared del baño de la escuela. 

La pastilla raspando su garganta cuando la tomo, su vista se volvió borrosa un momento antes de que el timbre sonara, dando inicio a las vacaciones de verano, era obvio que los estudiantes saldrían corriendo a sus lujosos autos para ir directo a la playa. 

Ella lo hubiera hecho también, al menos la Danae de antes sí, pero la de ahora solo miro el frasco de color naranja en dónde se encontraban las pastillas que debía tomar por órdenes de la doctora.

Veía cosas que no estaban ahí o al menos eso era lo que decían todos, decían que estaba loca.

Tal vez sí lo estaba, porque no existía un mundo de semidioses y monstruos, eso era lo que todos le decían. No existía Percy Jackson, no había rastro de él en la vida de Danae, ni una foto o un número de teléfono. Nada. 

—Señorita Lefay ¿se encuentra bien? 

La voz de un hombre del otro lado de la puerta del cubículo en donde estaba sentada hizo que Danae volteara los ojos, después del accidente su madre le había puesto un guardaespaldas que le informaba de todo lo que la chica realizaba.

Ridículo si le preguntaban.

—Estoy bien—contestó la de ojos grises antes de levantarse del suelo y abrir la puerta del baño, encontrándose con un hombre de mediana edad con uniforme. 

Danae saco su teléfono y se colocó los audífonos, para después poner la música a todo volumen. No tenía amigos y en lo personal ella lo prefería así. 

El encanto de la chica seguía ahí, solo que ahora se encontraba sin ese brillo en los ojos y una hermosa sonrisa, unas grandes ojeras marcando sus ojos debido a las pesadillas nocturnas que la atormentaban. Intentaba cubrirlo con maquillaje.

Su madre las llamaba pesadillas, ella los llamaba recuerdos, cuando entrenaba con una espada, esos ojos de color del mar que atormentaban su mente. Ella lo recordaba, los labios del chico sobre los de ella, los apodos cursis y su último te amo. 

Pero no decía nada, no podía hacerlo porque todos decían que únicamente era parte su imaginación. 

Tampoco había hablado con su familia, su Madre la había aislado de todo, según la Doctora, era lo mejor para ella, que estabilizara su mente antes de convivir con alguien más.

Danae lo había aceptado, pues no quería que su familia la tachara de loca. Cuando llegó al Penthouse, estaba vacío, no se sentía como un hogar. Vio la nota que estaba en la encimera de la cocina.

𝗥𝗔𝗠𝗘 | 𝗣.𝗝 𝗠𝗢𝗩𝗜𝗘𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora