¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Oigo las voces fuera del baño y cuando salgo en toalla me encuentro con Clarisse y Danae que hablan animadamente. Son las ocho de la mañana y no sé que rayos hace Clarisse aquí, pero tampoco voy a preguntar, así que me limitó a saludarla.
—Clarisse
—Inútil—contesta ella —¿llevaremos a Sally verdad?, porque yo no tengo idea de biberones.
Sonrió mientras miro la libreta en donde Danae anota cuanto mide su panza conforme pasan los meses.
Es como un álbum de maternidad, está lleno de fotos del ultrasonido y de cartas, junto a medidas. Es muy adorable, normalmente ambos escribimos una carta a la semana para nuestro hijo o hija.
—Si también irá mi abuela.
—Voy a vestirme, ¿vas a quedarte?—le digo a Clarisse y ella frunce el ceño
—No,que horror, te veo abajo Dana— avisa antes de salir.
Mi esposa todavía trae su cabello enredado y me da una sonrisa.
—Buenos días, esposo
—Buenos días, esposa.
Le digo dejando un corto beso en sus labios y dejó otro en su enorme barriga, mañana cumple ocho meses y medio, estamos alerta porque Apolo dijo que en cualquier momento el bebé pude salir, aun así Danae quiere comprar más cosas.
Compre un Penthouse para nosotros, ella no lo sabe, pero todo estará listo para cuando el bebé nazca. Una sorpresa.
—No veo la punta de mis pies—se queja y yo rio—me pones mis pantuflas, quiero ir por uvas.
—Yo te las traigo— aviso y ella niega
—No, quiero ir yo por ellas
Había aprendido unas cosas en esos ocho meses, no importa que hora sea normalmente se le antoja McDonald's, no le dijo que no, ya que normalmente se enoja y me lanza zapatos. No gritar, no manejar muy rápido y si ella quiere hacer algo y por alguna razón intervengo me dará un zapatazo.
La veo salir de la habitación y me cambió rápidamente.
Tengo que arreglar algunas cosas de la empresa Lefay, ya que Danae no está trabajando temporalmente, voy a ver a Nate por el asunto de Luke y quiero llevar a Nico a McDonald's porque hace mucho que no pasó tiempo con él.
Cuando bajó Clarisse y Danae están desayunando y Dorotea me pasa una taza de café, esa mujer es increíble.
—¿Ya te vas?—pregunta Dana y yo asiento, ella hace un puchero y dejo otro beso en sus labios.
