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—PARTE CUARENTA Y NUEVE.

Jungkook bostezó, sus ojos se abrieron lentamente y trató de enfocarse en la oscuridad de su habitación

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Jungkook bostezó, sus ojos se abrieron lentamente y trató de enfocarse en la oscuridad de su habitación.

Él soltó un gemido cuando sintió el calor golpear su hombro. El proceso de curación estaba comenzando.

Levantó una de sus manos y miró brevemente el vendaje de color oscuro. Con un gruñido, se sentó y se apoyó contra la cabecera de la cama, respirando con dificultad con la mandíbula apretada y el sudor se formó en su piel.

Taehyung estaba durmiendo pacíficamente a su lado, no parecía haber notado el estado de su alma gemela.

Un calor inimaginable se acumuló dentro de sus heridas, las punzadas solo se intensificaron. 

Jungkook hizo una mueca ante la sensación, queriendo agarrarse a algo, pero los cortes en sus manos no lo dejaron por sentir el dolor ardiente.

"Mierda", murmuró en voz baja, con todo su cuerpo tenso, mientras su cabello azabache caía sobre sus ojos, que comenzaron a brillar en su color azul, casi iluminando toda la habitación con su brillo.

Cerró los ojos, no queriendo despertar a Taehyung con la luz de sus ojos y respiró hondo.

El dolor palpitante bombeaba a través de sus venas y sintió como si lo quemaran por dentro.

Sus ojos se abrieron de golpe de nuevo cuando sintió una mano acariciando su mejilla.

"Lo estás haciendo muy bien, Kookie. Estoy seguro de que no tomará mucho tiempo", susurró Taehyung con una sonrisa de seguridad y otra ola de calor combinada con dolor atravesó el cuerpo de Jungkook, haciéndolo quejarse en voz baja.

El de cabello grisáceo ya se imaginaba lo que le estaba pasando a su novio, recordando cuando la puñalada en su torso acababa de desaparecer en ese entonces.

"Perdón por-", Jungkook fue interrumpido po sí mismo al soltar un gemido, sus labios haciendo una mueca, "-despertarte", terminó su oración con una voz exhausta y el menor sonrió.

"No te preocupes por eso."

Taehyung miró a su alma gemela con ligera preocupación, deseando que descansara, en lugar de tener que lidiar con el proceso de curación de sus heridas.

"Acuéstate", le ofreció a su alma gemela, quien instantáneamente obedeció, poniendo su cabeza en el regazo de Taehyung.

El chico se rió entre dientes y le pasó la mano por el pelo de nuevo, besando la frente del otro.

"Terminará pronto", murmuró y Jungkook tarareó cansado, "Gracias, bebé".

"¿Por qué?"

Antes de que el chico de rango azul pudiera responder, los golpes se convirtieron en una picadura y apretó los dientes, antes de agarrarse a las sábanas con fuerza, el dolor en sus manos solo empeoró al hacer esta acción.

cosmic dust | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora