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━PARTE SESENTA Y SIETE.

Jungkook se encontraba llorando

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Jungkook se encontraba llorando.

Estubo llorando todos los días, cada hora, cada minuto, cada segundo que pasaba, desde hace dos semanas.

Y no parecía querer calmarse.

Ya habían pasado dos semanas desde la guerra. Dos semanas sin Taehyung. Dos semanas sin ninguna chispa de felicidad dentro de él.

No podía perderlo a él también. Ya perdió a su madre; no sería capaz de superar la muerte de su alma gemela.

Jungkook levantó la mano para acariciar la mejilla pálida de Taehyung.

"Es mi culpa", susurró, le dolía la garganta cada vez que intentaba hablar. Pero no le importaba. Porque aún tenía esperanza; esperanza de que su alma gemela pudiera escucharlo. "No debí haberte dejado pelear. Lo sabía. Yo sabía...", murmuró, mirando desesperadamente el rostro de Taehyung esperando alguna reacción, mas no había ninguna. "Sabía que te vencerías a ti mismo", susurró con voz temblorosa, "pero me dijiste que confiara en ti... y lo hice".

Jungkook se secó las lágrimas con la manga de su camisa, "Siempre lo haría. Siempre confiaría en ti... porque te amo, así que por favor... por favor, no me dejes". Parpadeó un par de veces, el dolor de cabeza latía dentro de él, "No después de todo lo que pasamos... bebé, por favor", susurró.

Silencio.

El príncipe ahogó otro sollozo, "¿Por qué está pasando esto? Sólo vuelve a mí", le rogó y agarró un puñado de su cabello azabache tirando de las mechas. No sintió el calor reconfortante habitual del cuerpo de Taehyung a su lado; todo lo que sentía era la frialdad de su piel cada vez que tocaba a su alma gemela.

Taehyung ya no se parecía a su Taehyung: su cabello plateado y esponjoso se había ido y reemplazado por un color castaño, los mechones colgaban desordenadamente en su rostro. Sus mejillas ya no estaban tan regordetas, no había rubor en ellas, sus ojos no lo miraban. Simplemente no se parecía a él.

Su amplia y adorable sonrisa no se veía por ninguna parte, solo sus labios secos, formados en una delgada línea.

"¿Kook?" Jungkook levantó su mirada, sus ojos esperanzados mirando a Taehyung. Pero no había sido él.

La pequeña chispa de felicidad que había dentro de él se apagó, dejando nada más que dolor, miedo e ira. Giró la cabeza hacia un lado, mirando la puerta cerrada.

"¿Kook? Por favor, abre la puerta. Tengo que decirte algo", se escuchó la voz tranquila de Jimin.

El príncipe parpadeó, vacilante.

"Se trata de tus padres".

Jungkook se tensó un poco, se puso de pie con las piernas temblorosas y sintió un mareo, pero aún asi se inclinó para presionar sus labios contra la frente de Taehyung durante unos segundos.

Caminó lentamente hacia la puerta, con la mano apoyada en la manija de la puerta y cerró los ojos.

"Por favor", murmuró Jimin desde el otro lado y Jungkook giró la cerradura para abrir un poco la puerta, asomando la cabeza.

Los ojos de Jimin se abrieron al ver a su amigo, "Hola", exhaló, sintiendo alivio. Ni siquiera pensó que reaccionaría.

"Hey.", Jungkook dijo en voz baja y se alejó, dejando que su amigo entrara en la habitación solo para cerrar la puerta detrás de él otra vez.

Los ojos del chico de rango amarillo vagaron hacia el cuerpo de Taehyung, "¿Qué le está pasando?", Preguntó en voz baja, con sorpresa escrita en su rostro al observar los mechones castaños del otro.

Jungkook se encogió de hombros, volvió a sentarse al lado de su alma gemela y tomó su mano entre las suyas.

"Kook.", murmuró el menor, "Te traje algo de beber y comer. Por si acaso.", dijo y se ganó un tarareo del príncipe, "¿Cómo te sientes?", preguntó.

"Estoy bien".

Jimin se sentó a su lado. "Puedes decirme la verdad, Kook. Estoy aquí para ti, pase lo que pase", dijo en voz baja y Jungkook levantó la cabeza para mirarlo.

"No sé qué hacer.", susurró, las lágrimas amenazaban con correr por sus mejillas de nuevo, "¡No despierta y no sé qué hacer!", alcanzó a decir, con la frustración clara en su voz y Jimin envolvió sus brazos alrededor del otro, tirando de él contra sí mismo. "Han pasado dos semanas, Chim", susurró, "Ha estado en este estado durante dos semanas".

Jimin pasó suavemente su mano por el cabello de su amigo, suspirando, "Lo sé, pero tienes que mantenerte fuerte, ¿de acuerdo?Él despertará. No sabemos cuándo, pero lo hará".

"¿Y si no lo hace?"

"No lo pienses, porque eso no va a suceder", dijo Jimin en voz baja, viendo como su amigo cerraba los ojos tratando de calmarse, "Tae se dominó, tiene que recuperarse-"

"Es otra cosa.", Jungkook lo interrumpió, "Otra cosa le está pasando... de lo contrario, su cabello no habría cambiado. Él... ya se habría despertado, Chim", dijo con voz ronca.

Jimin se quedó en silencio por un rato. "¿Qué crees que le pasó entonces?", preguntó.

Su amigo se encogió de hombros contra él, "No tengo idea.", susurró, sus lágrimas corrían por sus mejillas, no podía detenerlas. "Pero y si...  y si lo pierdo? Hace poco lo acabo de encontrar, yo-... Ya no puedo vivir sin él, Chim.", sollozó en voz alta y el rubio apretó su agarre alrededor de él, dejando escapar un profundo suspiro.

"Él despertará, Kook", dijo Jimin en voz baja y el silencio se apoderó de ellos después de eso.

Jungkook sollozó: "Prométeme algo".

"Claro, ¿qué es?", Preguntó el otro, con su mano acariciando la espalda del príncipe.

"Prométeme... prométeme que terminarás con mi vida si Tae no llega a despiertar".

Jimin detuvo el movimiento de su mano, "¿Qué?", ​​Gritó débilmente y Jungkook se sentó, alejándose del toque del otro.

"Prométeme" repitió con los ojos brillantes, mirando desesperadamente a los ojos muy abiertos de su amigo.

"Kook, n-no. No puedo".

Jungkook agarró la muñeca de Jimin con fuerza, haciendo que el otro se estremeciera de dolor, "Por favor", dijo de nuevo, con lágrimas corriendo por sus mejillas. "No puedo vivir sin él. Si se va... yo-...", se detuvo antes de ver la expresión de dolor de Jimin y temblorosamente soltó sus muñecas. "Lo siento, no debí-"

"Es-está bien", Jimin sonrió débilmente, sus propios ojos se volvieron brillantes, "Todo va a estar bien".

cosmic dust | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora