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PARTE CINCUENTA Y CUATRO.

El deseo se arrastró a través de su cuerpo, ambos queriendo sentirse más el uno del otro

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El deseo se arrastró a través de su cuerpo, ambos queriendo sentirse más el uno del otro.

Taehyung sintió que la sangre le latía con fuerza en sus venas al momento que el mayor devoró su boca, casi hambriento de él.

Jungkook se hundió entre los labios del chico, lo probó, encontró su lengua entrelazada alrededor de la suya y creando una lucha.

Sus manos recorrieron por su cabello plateado, y tomó puñados para no dejar que se separaran.

El cuerpo de Taehyung parecía derretirse contra el suyo.

Podía sentirlo, la longitud del mayor contra él.

A ciegas, el príncipe los acomodó en la cama, necesitaba ese hermoso cuerpo contra el suyo, necesitaba sentir la presión del cuerpo de su novio contra su pecho mientras él encajaba un muslo entre los suyos.

La necesidad de tocar, ser tocado, tomar y dar, casi lo abrumaba.

El placer se apoderó de él.

Más.

Taehyung sintió como si no pudiera acercarse lo suficiente a Jungkook, que se tensaba contra su cuerpo, contra la presión de su amplio pecho, sus músculos presionaban contra Taehyung mientras este era empujado contra el suave colchón y todo Jungkook presionaba con fuerza. En su contra.

El toque de sus manos tan cálidas sobre su piel desnuda envió otra ola de calor directamente a la entrepierna de Taehyung y la hizo doler cuando un pequeño gemido se le escapó.

El mayor había necesitado sentir su piel cálida bajo sus manos. Dejó las manos alrededor de la delgada cintura de su alma gemela, su piel suave y sedosa al tacto, y buscó la curva de su cintura, el arco de sus costillas.

Apretó las manos, acercó a Taehyung mientras su boca se movía debajo de la suya, mordisqueaba, succionaba. Fue un delicioso tormento.

Un gemido se le escapó cuando la piel de su novio se calentó con su toque y el menor acarició sus manos sobre él para extenderlas por los músculos de su pecho.

Jungkook dejó que sus manos vagaran más por el cuerpo del peligris, antes de que se deslizaran sobre el encaje, sobre un trasero suave y curvo, para atraerlo contra su dolorosa dureza.

Perfecto. Deslizó su mano sobre la cadera del menor, sobre su piel suave y deslizó el encaje hacia abajo lentamente.

El mayor dejó que sus dedos se deslizaran entre los muslos de Taehyung, acariciando la piel cálida.

Un jadeo escapó del chico peligris y se estremeció. Sus caderas se elevaron ante el toque de Jungkook.

Deslizando su mano hacia la otra cadera, retiró el encaje mientras Taehyung levantaba sus caderas para dejarlo.

cosmic dust | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora