capítulo 21.

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Kashi fue el primero en voltear, y el primero en recibir el impacto del golpe al haberse puesto delante de sus compañeros para protegerlos, pero poco sirvió al ver el líquido rojizo saliendo de la cabeza del Uchiha mientras esté hacia una mueca de dolor que se extendió hasta su brazo izquierdo que comenzaba a temblar por el golpe dirigido a la castaña, al él, protegerla. Así como ella, quien gracias a sus dos compañeros era la menos lesionada pero que también fue golpeada por la onda de lo que sea que haya sido ese jutsu.

— ¡Rin! ¿Puedes moverte? — la nombrada asintió — cura a Kakashi y nos vamos de aquí, ¡maldita sea! ¿¡Cómo mierda nos encontraron!? — la frustración del niño mayor se hacía notar sin siquiera verlo, Kashi pensaba igual, según él, se habían escondido realmente bien para que no fuera muy difícil de encontrarlos. Pero no imposible. Maldición, fue el primer pensamiento del pelinegro al ver moverse la sombra de alguien cerca de los árboles en dónde estaban, se suponía que esto iba a ser fácil. — hey Kash, ¿Puedes pararte? — la pierna de su novio no se veía nada bien, pero Rin estaba haciendo todo lo que ponía para curarlo y así irse, los que estaban sobre ellos pareciese que estaban jugando con ellos al no volver a atacar, solamente riendo. Y eso le causaba escalofríos.

— si... Solo.. — al intentar levantarse casi se cae por el punzante dolor en la pierna — estoy bien — dijo con firmeza, aunque por dentro estaba algo desconcertado, se suponía que Rin lo había quitado el dolor pero seguía sintiéndose jodido, más incluso. — estaré bien, vámonos — tomaron camino lejos de ahí.

— ¿Por qué-..? — al voltear, en seco se detuvo, haciendo que los otros dos también lo hicieran más confundidos que él — ¿Por qué no nos siguen?

— Obito, cálmate y vámonos. Después pensaremos en eso, quizás solamente haya sido un ataque de advertencia para que nos retiramos — la médico estaba preocupada, Kakashi se veía cada vez más palido y tenían que llegar a la aldea para poder tratarlo mejor.

— no lo sé.. esto no está bien, algo no me termina de convencer.

— c-creo que Obito tiene razón — la voz cada vez más baja del peliplata los saco de lo que sea que estaban haciendo en sus cabeza para voltearlo a ver y darse cuenta que la herido en la pierna no se había cerrado como pensaban, si no que, incluso estaba más abierta y sangrando — no fue un ataque de advertencia. Sino uno letal

— ¡Kakashi!

Al unisono ambos corrieron para agarrarlo al ver que la perdida de sangre le estaba obligando a sentarse.

— ¿Que quieres decir con letal? Deberíamos estar muertos si fuese así — los ojos negros pasaron a rojos en cuestión de segundo para mirar a todas direcciones en busca de más amenazas posibles, así poder descansar un poco antes de seguir.

— lo estaremos, simplemente nos iremos muriendo lentamente. Puede que ustedes no lo sientan todavía — comenzó a toser sangre más palido que antes — p-pero yo fui quien logro más, así que soy el primero en estar pudriendome por dentro — ya ni siquiera podía pararse.

— Obito — la seriedad con la que Rin habló y lo miró hizo temblar al adolescente con ropas azules.

— lo sé hay qué-..!

— ¡Jutsu de invocación!

— ¿Que?

— ¡Kakashi no puedes simplemente utilizar jutsus, tienes que descansar!

— ustedes no lo entienden — se estaba sofocando con la máscara y la sangre saliendo de su boca.

— ¡claro que sí! — el de piel bronceada se le acercó para poder quitarle la máscara al ver que no estaba respirando bien. — te cargaremos lo más cerca de la aldea que podamos hasta que nos haga efecto a nosotros

— n-no, no podemos... —

— ¿por qué?

— porque no sabemos si esto se puede contagiar y expandir por la aldea. Quizás esto es lo que los que nos atacaron quieren — el rostro palido se giró hacia el pequeño perro a su lado quien lo miraba con tristeza y preocupación — Pakkun. Toma, entregaselo a Minato-sensei y dile lo que está pasando — sonrió al ver cómo el perro asentía y se iba a más rápido que podía. Volteo el rostro de nuevo hacia sus amigos — hey.. estoy bien. Vendrán a por nosotros.

— lo sé Kash — los brazos se le estaban sintiendo dolorosamente cansados, al final no llegarían tan lejos si hubieran seguido. Lo único que podía hacer era sonreírle a su amado peliplata para transmitirle la confianza y tranquilidad que no sentía, pero que su peliplata si.

— Rin no pongas esa cara. Todo estará bien, lo prometo — volvió a hablar el Uchiha, está vez mirando el ceño fruncido de la única chica, sabía lo que estaba pensando. Se estaba culpando. — deja de pensar estupideces.

— es fácil decirlo que hacerlo — se rió entre dientes mirando fijo la pierna dañada del más menor, era un risa sin gracia. Se estaba exasperando al no poder ayudarlo, ¡era la médico del grupo por Dios! ¡Tendría que hacer algo para que su equipo ese bien y así volver todos a salvó a la aldea — ¡si solo pudiera..! — el cabezazo la hizo volver a la realidad y quejarse. Obito la había hecho reaccionar, pero el parecía estar más perdido que todos, sus ojos. Sus ojos tenían las pupilas lejanas mientras la veían sin mirarla exactamente, como si dijera todo eso en automático, como si fuera un robot programado.

Rin supo que tenía que mantener su cabeza fría para cualquier resultado, solamente no estaba preparada para enfrentarlo.

— todo estará bien — volvió a decir el más alto, caminando hacia el peliplata otra vez y comenzar a tocarlo. — está hirviendo

— su temperatura es de más de 40°C — la cara de preocupación paso a ser una de horror cuando ella también lo tocó — tendré que bajarle la fiebre o comenzará a tener convulsiones febriles

— ¿Que? ¿Freviles? ¡Eso es..! No sé que es..

— Febriles Obito, es por la fiebre. Mayormente las convulsiones febriles les da a los niños por la temperatura alta, creeme, no es lindo pero que le este sucediendo a Kakashi no significa nada bueno — comenzó a destapar una botella de agua extra que siempre carga con ella, y arrancándole un pedazo de tela a su camisa maga larga comenzó a mojarla y ponérsela en la frente al peliplata. — esto no servirá de mucho, si la fiebre sigue aumentando.. ¡Cuando vendrán a sacarnos de aquí! ¡Necesito estabilizar a Kakashi! — la desesperación comenzó de nuevo a invadirla y se obligó a contar hasta diez una y otra vez hasta que se calmara.

Obito estaba quieto, repitiendo una vez tras otra de que todo estaría bien, que vendrían a ayudarlos y que su chico se pondría mejor, Oh Dios era cierto ¡Los tres estaban muriéndose!. Solo quería arrancarles la garganta a los bastardos quienes les habían hecho eso ¡Mierda! ¡Mil veces mierda!.

Solo quería irse a casa.

...

Viaje al pasado [ObiKaka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora