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"Solo, te amo"

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Llevaban más de dos horas en la misma cabañita, la noche se puso más helada, y ellos solo en ropa interior gracias a qué sus ropas seguían húmedas y frazadas delgadas, era obvio que tendrían frío, por eso Roger acudió a Brian.

-Tengo frío, ¿Me abrazas?-

El alto lo hizo muy gustoso, lo rodeo con ambos brazos y lo atrajo a su cuerpo, Roger recargo su cabeza en el pecho de Brian.

Un rato más así y roggie se recostó, literal y figurativamente, sobre Brian.
Aspiro el aroma del alto, analizo su respiración y su frecuencia cardíaca, eso lo relajaba.

Dejo un beso en la piel que se azomaba de aquella cobijita que no le cubría por completo. Sin saber le erizo la piel a Brian, que solo acariciaba su espalda de arriba hasta abajo sin llegar al trasero.

Roger llevo su mano dentro de la frazada, acariciando, memorizado, guardando y disfrutando, adentrando más su mamo recorriendo el nuevo trozo de piel, besando, amando.

Poco a poco el abdomen de Brian era descubierto, las manos del rubio siendo intrusas, acariciando el abdomen con mero propósito de descubrir, acariciando aquellos bellos que empezaban en el ombrigo y terminaban más haya dentro del boxer.

Mientras respiraba, mandaba al mismísimo cielo al ruloso, que solo se dejó hacer, pues llegaría hasta donde Roger lo llevará.

No supo si lo que tuvo fue miedo o alegría, anhelo o algo más, miedo por no controlarse y dañarlo, anhelo y alegría de que le tuviera confianza.

Entonces casi pierde la razón cuando Roger, provocandolo, toma entre sus labios uno de esos pezones rozados, juega con el, lamiendo, succionando y mordiendo sin herirlo. Cambiando al otro que esperaba con ansias ser atendido, repitiendo el proceso.

Luego de un rato, levantó el rostro, con una sonrisa, apareciendo a su vista unos ojos en los que las pilas estaban dilatadas, una respiración irregular y labios rojos, pues Brian guardaba para sus adentros esos suspiros que Roger le provocaba.

Y Roger, no era tonto para nada, sabía claro lo que pasaba.

Tomo una nueva posición sentandose sobre la pelvis del alto, adrede. Con un Brian mirando atentamente esperando el próximo movimiento, si es que lo había.

Casi como si Roger pudiera escuchar su silencio, el primer meneo de cadera apareció, mandando al más alto, mas haya de las estrella, imaginando a dónde iría si no solo fuera un rose.

La espalda de Roger, descubierta, fue acariciada por las cálidas manos Brian, analizando y guardando, llegando hasta el abultado trasero, apretando.

Obligado a jadear, Roger movió otro par de veces la cadera, con mucha valentia, adentro su mano a aquella tela, tomándo con una mano, eso que está a duro, exitado y necesitado.

Moviendo de arriba a abajo, continuamente, brian gimiendo, claro, no era una nueva sensación, pero que esas manos anheladas le tocaran era nuevo, diferente, pues era deseo, atracción y amor.

Roger se levantó y le despojo de el trozo de tela, dejándolo desnudo, ¿Frío? Ya era pasado, el calor era quien tenía el trono, se quitó el suyo propio, dejándole una vista hermosa a Brian.

Que lo disfruto con la mirada, el alto se sentó y le tomo la muñeca, sentandolo en su regazo, besando sus labios, sosteniendo sus caderas en un Vaivén de atrás para delante.

Ya sudaban, sus pieles brillaban con la poca luz que les daba la veladora.

-Roggie, ¿Seguro?- Una pregunta demasiado tarde, pero, si Roger no quisiera, ¿Estarían así?

-Contigo, siempre estaré seguro, guapo- Volvió a estrellar sus labios con los de Brian, más hambrientos, necesitados.

Así fue como Brian con el lubricante natural, que su miembro obviamente fabrico por la exitado, lo llevo hasta el trasero del otro, frotándolo para ayudarle a entrar.

La posicionó en el lugar correcto y Roger se dejó caer, grito, lo hizo, lloró, unas cuantas lágrimas, pues no es como que el rizado fuera fácil y rápido de asimilar.

Un rato en puro silencio, con un Brian preocupado por haberlo lastimado, quizás, y con un Roger tratando de adaptarse, después de unos minutos, movió un poco las caderas, gimiendo.

Lento, al principio, no iniciaría a la de ya, Brian acariciándole las espalda baja, tratando de borrar ese dolor que aún sentía el rubio, este mismo gimoteando del poco dolor y el mucho placer.

El ritmo aumento, de las enbestidas también el de su corazón, bombeando como si corrieran un maratón.

-Mas bri, mas- Y Brian, siempre deseoso a atender sus órdenes, lo tumbó en la cama, con el encima aún dentro, tomándole los muslos pegandolos a su cintura y enterándose aún mas, dando más, todo de si, para el placer del rubio.

-Oh siii- Chillo, o mejor dicho grito, el placer era incuantificable, demasiado, insoportable, y lo mejor, se sentia protegido, pues esos dedos acariciándole delicadamente, recordándole que la situación era sexosa pero casta.

Sus chillidos se hicieron más fuertes, dándole música a Brian, que ya no estaba dispuesto a detenerse, entonces volvió a besarlo, callandolo.

Roger empalandose contra su pelvis y el igual, tomando su miembro y acariciándolo, tomando notas cuánto Roger rompía el beso, era señal de disfrute, de querer gritar, unos cuantos movimientos más departe de su mano, y Roger se vacío, manchando ambos cuerpos.

Unas embestidas más, gimoteos más y Brian hizo lo mismo, dentro de Roger, sintiendo como se retorcía por la sensibilidad, guardando esa imagen.

Salió del menor, abrazándolo, besándole los sudorosos cabellos.

Roger sonriendo, pues era la primera vez, temiendo sexo que lo trataban como una joya, sin golpes, con el mismo disfrute incluso más.

Rodeo el cuerpo de Brian con sus brazos, besando su abdomen.

-Te amo-

-Yo a ti, más de lo que crees-

Se abrazaron, con Roger sintiendo el latido del corazón de Brian.

✨🛐

Era obvio que seguiría esto.

¿Cómo están?

Disculpen si es un poco soso pero pos ¿no ven que estoy chiquita?

𝙺𝚎𝚗 𝚗𝚘 𝙱𝚊𝚛𝚋𝚒𝚎    Maylor✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora