Capítulo 3 (2/2)

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"Pero, ¿por qué estás dudando? Apresúrate, si no le gustas, da un paso al costado lo antes posible. Si le gustas," Bai Lin sonrió con malicia, "Entonces, al irte lo volverás loco!"

Después de pensarlo, siento que aunque Bai Lin es tan despistada como yo, esta vez tiene toda la razón

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Después de pensarlo, siento que aunque Bai Lin es tan despistada como yo, esta vez tiene toda la razón. Debo irme lo antes posible. Pero antes limpiare la sala de estar.

Hace unos días, dejo sobre la zapatera del pasillo una botella de vino tinto. No soy buena bebiendo alcohol, ni tampoco tenia idea de dónde colocarla. Hasta que recorde que había un armario de mediana altura junto a la mesa del comedor, donde parece que se coloca todo lo relacionado a licorería.

Después de abrir la puerta del armario, vi junto a varias botellas de vodka, una pequeña caja de cartón rectangular. La superficie de la caja tiene forma de diamante y la parte de en medio es de un gris-blanquecino con un círculo de color púrpura oscuro en el centro. Puede sonar simple, pero se ve exquisito.

Pensé que se trataba de una caja de vino en tamaño pequeño, así que quise echarle un vistazo por pura curiosidad. Sólo entonces descubrí, que no era ni de cerca una botella de vino, sino un frasco de perfume. Después de llegar a esta conclusión, mi corazón se congeló. Era la primera vez que encontraba algo femenino en su casa.

Nunca he comprado nada parecido. En primer lugar, no era algo que me llamará la atención; en segundo lugar, no tenía la suficiente solvencia económica: un frasco pequeño de estos me puede llegar a costar uno o dos meses de gastos en manutención. Antes Zhao Xiaotang solía usarlos a menudo, pero no es que los comprara ella misma, sino que se los regalaba ese o aquel pretendiente.

En palabras de Zhao Xiaotang: cuando un hombre no sabe qué regalarle a una mujer, optará por regalar diamantes o perfume. El primero tiene un umbral de consumo más alto, mientras que el segundo tiende a ser más popular.

En ese momento, Bai Lin le dirigió una mirada desdeñosa: tendrías que ser una diosa del amor o una monja, lo cual es una completa epifanía

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En ese momento, Bai Lin le dirigió una mirada desdeñosa: tendrías que ser una diosa del amor o una monja, lo cual es una completa epifanía. No importa cuán románticas éstas cosas sean, mientras las menciones tú, se volverán insoportables.

Somewhere only we know/ Recuerdo exclusivo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora