Cita 6.1

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Debido al nerviosismo durante la última cita, Alatus decidió que la próxima cita sería perfecta para cambiar de aires. Si la vez anterior lo pasaron tan bien, lo mejor sería una salida o eso decía en su carta. 

Aether no podía rechazar aquella propuesta. De nuevo ese tipo de velada sería muy agradable, sin embargo, no contaría con ciertos imprevistos. 

De nuevo vistió algo sencillo, aunque a diferencia de la última vez, la falda sería de otro color algo más cálido y su pelo estaría trenzado y decorado por aquellas flores que Alatus dejó como regalo. Al verlo este se sorprendió, pues no pensó que realmente llegaría a hacer algo como aquello.

- No era necesario que las usaras, me hacía feliz tan solo ver que disfrutabas su olor. - Acariciaba la cara del rubio mientras este cerraba los ojos para sentir ese tacto que tan cálido le parecía. Sin percatarse, tomó la mano y la aferró a su mejilla. El moreno se sorprendió un poco, pero por supuesto no se apartó, jamás lo haría y mucho menos si se trataba de aquella persona.

Desde un lado ambos guardianes conversaban sobre lo despistado que era realmente el rubio. Si no fuera por su inconsciencia aquello no iría tan lento y no se hubiera dejado convencer de llevar aquella vestimenta. Era divertido en realidad puesto que Aether era el único que no sabía nada, y ahora que por fin aceptaba aquella relación sin saberlo, sería incluso más fácil aceptar que su acompañante era su pareja destinada. 

En lo que respectaba a Omegas y Alfas, la cosa se podría coger con pinzas, ya que su primer encuentro definiría el tipo de relación que tendrían, y aunque pasaran los años, su ser interior lo sabía. Quizás al principio no se reconocieran totalmente, pero no lo podrían negar. En el caso de Aether, cuando conoció a su destinado era demasiado joven para entender que estaba pasando. Al tener tan solo cuatro años, era imposible que supiera como encauzar aquel sentimiento, tan solo quería estar con él, y era por ello fue que en aquel momento no se separaba del otro joven. Por su parte Alatus, al principio empezó a esquivarlo, era un niño algo serio y aventurero, pero al ser seguido por el otro y al ver su cara a punto de llorar, algo dentro de él se sentía mal. 

Tras darle una manzana y ver su cara de felicidad, este se avergonzó. Era demasiado lindo, pensaba, y en cuanto le ofreció de la manzana con su cara un poco manchada de la fruta, el sentimiento de siempre querer estar cerca de aquel pequeño se hizo presente en el corazón del moreno, creando así un lazo que perduraría por siempre. Tiempo después quedarían dormidos y serían separados, haciendo que ambos estuvieran tristes durante días, pero esto no se podría remediar ya que sus vidas no se unirían aún, sino que años después sería el momento de hacerlo. 

Volviendo al presente, mientras los jóvenes disfrutaban de la compañía del otro, un jugador movía ficha y se presentaba en el lugar. Se movía en las sombras esperando el momento de atacar. Una señal era dada por parte de Kazuha a su maestro, de esta forma avisando del acecho por parte de gente no invitada, por lo que simplemente tomó a su compañero y lo llevó a dar un paseo para alejarse un poco del lugar. 

Al final terminaron visitando una pequeña cascada algo alejada. Los animales la visitaban para beber de la misma y tan solo el estar en allí era relajante. Pero al parecer no todos los presente tenían la misma idea. Algunos de los intrusos siguieron a los dos jóvenes, obligando al moreno a tomar medidas. 

- Escúchame, toma este camino y no pares, no dejaré que pasen de aquí. Iré a buscarte en unos minutos. - La angustia recorrió la garganta de Aether, el cual agarraba el brazo del otro no queriendo dejarlo solo. Sus manos temblaban y sus lágrimas estaban a punto de salir. - No te preocupes, no dejaré que te hagan daño, te lo prometo. - Besó su frente y lo obligó a marcharse. Decidió en ese momento buscar ayuda y volver, pero algo detendría a Aether de hacerlo. 

Tras unos minutos corriendo, fue detenido por alguien más. Una chica de cabello castaño oscuro lo detenía. A juzgar por como comenzó a hablar y gesticular con sus manos, se trataba de una total descarada. 

- Así que tú eres a quien mi lindo Xiao ha estado visitando. Mmm, eres bastante hermosa, si, pero no pareces tener nada más. - Reía de forma burlona. Aether tragó saliva, ¿ quién era ella y qué quería?. - ¿ Qué ocurre, acaso te comió la lengua el gato?, supongo que tendré que dejártelo claro. Xiao es mío, y nadie toca mis pertenecías. - Invocó una lanza, cambiando a su vez aquella expresión burlona por una de superioridad, además de comenzar a desprender un aura totalmente distinta, de una niña odiosa, a alguien peligroso que no dudaría en hacer daño a quien se metiera en su camino. - Sigues sin decir palabra alguna, entonces creo que me decantaré por escuchar tus gritos en su lugar. - No tardó en lanzar un ataque directo a Aether, el cual esquivó echándose a un lado. Por suerte para él, aquellos entrenamientos que hacía le servirían para algo, aunque esto no gustara a aquella extraña chica. - Pareces más hábil de lo que imaginaba, bien, supongo que tendré que ponerme seria. - De un momento a otro un aura de fuego recorrió el cuerpo de la joven para terminar imbuyendo su arma. La cosa se ponía fea, por lo que al rubio no le quedó otra que comenzar a correr en busca de alguna escapatoria, o eso era lo que aquella joven pensaba. 

La extraña comenzó a atacar, Aether esquivaba mediante corría, los árboles facilitaban aquello. Poco tiempo después, llegaron a un claro. A este punto un ataque lanzado por parte de aquella chica alcanzó al rubio, que afortunadamente no llegó a herirle, sin embargo, su ropa terminó siendo cortada por varios lugares, además de quemada. 

El joven suspiró, se notaba bastante molesto. Mediante la chica lo observaba, él comenzó a hacer movimientos lentos. Levantó una de sus manos deshaciendo las ataduras que mantenían cerrada tanto la camisa como la falda que llevaba, desconcertando a la otra. En cuanto las prendas fueron retiradas, dejó paso a ver las que llevaba siempre puestas bajo las mismas. Un pantalón blanco combinado con una camiseta sin mangas y cuello alto. 

- Así que un chico, me parece increíble. Si llego a saberlo, tan solo tendría que haberte expuesto y él te habría rechazado por engañarle. - 

- Mi hermana se enfadará por esto. -

Fanfic XiaoAetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora