SECRETOS QUE NOS LLEVARON A LA DESTRUCCIÓN

DONDE

— Vamos Sasuke —.

La voz de Naruto regreso en si al azabache, quien lo siguió al ver que estaban por irse.

Pero al llegar al auto, notaron el ceño realmente fruncido de Haku. Naruto soltó un gran suspiro al ver que todo se le estaba amontonando en esa semana.

—¿A dónde señor? — la pregunta del chófer hizo que el rubio de inmediato viera a su asistente.

—¿Cuál es el lugar más cercano para ir, Haku? — el mencionado giro su cabeza y miro seriamente a su alfa.

— Prometiste que solo sería ir a ver la fábrica y luego con los Aburame. Sin excusas —.

— Lo sé, pero también urge lo de buscar un nuevo lugar para crear otra fábrica o todo se desplomara —. Naruto tampoco estaba bromeando con eso, por lo que Haku apretó fuerte su mandíbula.

—No, solo lo haces primordial porque se trata de Sakura — cuando Naruto escucho eso, abrió levemente sus ojos para luego fruncir el ceño. — Si en 10 minutos no estás en el restaurante, ellos se irán y no habrá marcha atrás —.

—¡Se de esa puta junta y se que importante es!...¡Pero Sakura también es mi Omega y todos los que trabajan ahí!...¡Ellos también son mi prioridad! —. Haku al escuchar eso sintió una horrible opresión en su pecho, pero aunque podía replicar mil cosas en contra de la decisión de su alfa, prefirió callarse.

Incluso Naruto prefirió ver hacia fuera del auto que ver a su asistente. Sasuke en todo momento se había mantenido al margen de la discusión. Pero sabía que si Naruto iba a buscar el lugar, la junta con los tal Aburame se iría a la basura.

— Señor, ¿A dónde? — volvió a preguntar un poco asustado el Omega al dirigirse a su jefe, temiendo iniciar otra discusión.

Naruto miro de reojo a Haku para luego volver a ver a su chofer.

— Llevarás a Haku a la reunión con los Aburame y a mi déjame más adelante —. La orden que dió hizo que Haku lo viera entre enojado y decepcionado.

— Lamento echar a perder sus planes señor, pero los señores Aburame solo hablarán con usted. Si me ven llegar a la reunión, tomarán eso como una ofensa —.

De nuevo se hizo un silencio, dónde Naruto quería multiplicarse para poder ir a todos los lugares que necesitaba. Pero al no poder hacerlo, solo quiso maldecir una y otra vez.

— Usted vaya a la junta con los Aburame, yo me encargo de buscar un lote lo suficiente mente bueno para empezar a trabajar en el lo más pronto posible —. Las palabras de Haku hicieron que la tensión creciera aún más. Pero sin dejar que hubiera una réplica, agrego. — Además ellos son prioridad —.

Esa última oración hizo que Naruto lo mirara de una manera dolida, una que a Haku le importo menos.

— Haku, antes que nada recuerda que eres mi asistente personal. Lo que significa que debes estar conmigo en todo momento. Así que deja de pórtate como un malcriado y mimado que no hizo su voluntad o capricho —.

— Lo que ordene señor — respondió de mala gana, dejando de nuevo el problema sin resolver. Hasta que Sasuke intervino.

— Si se trata de ir a ver los lotes o edificios y checar su posición oh como están, yo podría hacerlo —.

—No — Naruto no dudo en negar la ayuda de Sasuke, dejando a este sin poder creer lo que había escuchado.

—¿Qué? Porque no — quiso saber sin dejar de ver al rubio, quien de manera sería nego con la cabeza. —¡Pero porque! —.

— Porque no y punto — volvió a decir tajantemente. Pero Sasuke era terco y no pensaba desistir de su propósito.

— ¿Acaso no me consideras capaz de hacer algo tan simple como eso? —.

Naruto no respondió para coraje de Sasuke, pero cuando el azabache estaba por replicar más, Haku intervino esta vez.

— Cuando Sasuke quiso ser tu asistente personal, sabías que él iba a hacer este tipo de trabajos con el tiempo. Así que creo que es mejor que empiece lo más pronto posible y con encargos simples —.

Las excusas para decir que no, se le acabaron a Naruto. Por lo que con un gran suspiro, asintió.

— Está bien, irás Sasuke. Pero no solo, te acompañaran dos Alfas — esa última palabra alerto a Sasuke, quien estaba por negar tal orden, pero Naruto con voz sería se adelantó. — No hay excusa es una orden. Dos alfas te acompañaran oh no vas —.

Con eso Sasuke supo que todo se jodió, pero si quería hacer eso, debía acceder. Por lo que asintió y sin decir más Naruto tecleó su celular en lo que llegaban a su destino.

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