TODO SE DESBORDA

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Los minutos pasaban demasiado rápido para gusto de Naruto, quien estaba en el comedor solo y viendo a un punto fijo.

Había tenido una gran pelea con Haku desde que puso como prioridad a Sakura y a los demás, cuando tenía y debía seguir una agenda de lo más estricta y detallada de su trabajo.

La verdad es que entendía a Haku pero a la misma vez no, osea, Sakura también era prioridad, pero al ver al azabache mirarlo seriamente y sin hablarle más que lo estrictamente necesario, le estrujaba el corazón de una manera tortuosa.

Por lo que en aquella madrugada, solo en el comedor y con su bebida ya helada, soltó un gran suspiro.

¿Cuántos días habían ya pasado? Dos, quizás ¿Tres? Joder que con todo lo que tenía de trabajo atrasado y con lo de las fábricas no había tenido tiempo para ver el avance que Sasuke estaba haciendo con los lotes o fábricas a comprar.

—No creo que mi día se ponga peor — susurro al dejar caer su cabeza con fuerza en el comedor.

—¿Naruto-sama? Que hace aquí tan temprano — cuando Kurenai entro y vio al rubio en la cocina totalmente solo se asusto más que nada porque las luces estaban apagadas.

— Quisiera poder clonarme y comer por uno — murmuró mientras ladeaba la cabeza aún sobre la mesa —asi podría avanzar más del trabajo que tengo — termino de decir, hasta que vio entrar a Haku ya listo para ir a trabajar.

—Buenos días Naruto-sama — el rubio se levantó de la silla y se acercó al Omega.

—H-Hola Haku, yo quisiera...

—Ya revise los lotes que Sasuke está yendo a ver y hay tres buenos lugares que serían perfectos, le doy la información — soltó el Omega al entregarle a Naruto una carpeta llena de imágenes detalladas con medidas y ubicación de los lotes o fábricas abandonadas.

Naruto sujeto la carpeta sin dejar de ver Haku, quien al entregar la información se fue a sentar para desayunar.

El rubio dejo los papeles en la mesa y se sentó cerca de Haku, quería hablar con él y que mejor que ahora que no había nadie, ya que Kurenai se había ido a la cocina a preparar el desayuno del día.

—Buenos días — saludo Sasuke al sentarse frente a Haku, quien le respondió el saludo, pero Naruto solo bufo con cierto pesar al ver que no tuvo oportunidad de disculparse con el Omega.

Los minutos pasaron y Haku se encargó de platicar con Sasuke sobre las labores del día, dónde Naruto supo que había sido dejado de lado. Dónde poco a poco las demás Omegas de la casa se unieron al desayuno y al bullicio de la plática.

Kurenai, Ten-Ten, Ino y otras dos jóvenes más ayudaban a poner el desayuno en la mesa, dónde todos empezaron a degustar sus manjares de la mañana.

Una cuchara cayó al suelo y con eso la Omega que lo ocupaba, Ino corrió a socorrerla pero antes de siquiera poder tocarla, sus piernas flaquearon y cayó de lleno contra el suelo.

—¡Chicas! — Naruto se levantó de inmediato de la silla y fue a ver a sus amigas, pero un olor de lo más asfixiante le inundó el olfato, por lo que cubrió su boca con su mano y se sostenía de la mesa para no caer al suelo.

De pronto se escucharon pasos acercándose, Naruto apretó la mandíbula eh intento mantenerse recto, pero al ver esas dos siluetas entrar al comedor, un dolor se instalo en su pecho.

— Vaya y yo pensando que por vivir rodeado de Omegas, te habrías cogido por lo menos a la mitad — soltó con burla el recién llegado, viendo que en el suelo había unos Omegas desmayados y algunos otros en el enorme comedor luchando para no morir de asfixia ante el inminente y poderoso olor.

Pero el rubio abrió ligeramente los ojos al ver que había un solo Omega que estaba despierto, con la mandíbula tensa y frunciendo el entrecejo, muestra del inmenso esfuerzo que hacía por no perder la conciencia.

— Que hacen aquí — quiso saber de inmediato el rubio al incorporarse con un poco de dificultad y miraba a sus dos hermanos.

— Han sido años desde que no nos vemos, y ¿Es así como nos recibes? Si que te volviste altanero, querido hermano — soltó con burla el rubio, logrando que Naruto se enojara.

—Como bienvenida me confirmó con ese lindo Omega de allá — señaló Naruko con burla al ver que Sasuke era el único Omega conciente.

De inmediato Naruto soltó su olor para repeler las feromonas de sus dos hermanos, para ponerse frente a ellos con el ceño fruncido y mostrando sus colmillos.

— Realmente estar entre tantos Omegas te volvió débil, Naruto — expreso con seriedad Menma al sentir que el olor de su hermano era menos intenso que la última vez que lo vio.

Pero antes de que Naruto dijera algo, se tranquilizó y guardo su esencia, más que nada porque los quejidos de sus Omegas en el suelo le indicaban que si seguían así lo más probable es que morirían.

— Hablemos en el estudio — pidió al señalar el lugar por donde iban a caminar, Naruko camino siguiendo a su hermano, pero Menma miraba al único Omega que tosia en ese momento cuando se sintió libre de las feromonas de los tres rubios.

— Muévete — soltó Naruto al ver que su hermano se había quedado atrás viendo a Sasuke, algo que no le gustó. Menma vio a su hermano y con una sonrisa de lado, avanzo.

SECRETOS QUE NOS LLEVARON A LA DESTRUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora